El expresidente Álvaro Uribe Vélez reaccionó este 21 de enero ante la decisión de la Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por el régimen de Nicolás Maduro, de declararlo “enemigo público”. Uribe, a través de un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter), respondió: “Me honra que la tiranía me tenga como su enemigo. Jamás aceptaré ser enemigo del pueblo hermano”.
La declaración del régimen venezolano se fundamenta en la supuesta participación de Uribe en acciones que, según el Gobierno de Maduro, atentan contra la soberanía y la estabilidad de Venezuela. Ante esto, el Centro Democrático, partido político liderado por el expresidente, rechazó de manera contundente la decisión, calificándola como una “cobarde amenaza” que busca desviar la atención de los problemas internos de Venezuela.
En un comunicado, el partido destacó el historial de Uribe como un defensor de la democracia en la región. “Desde 1998, el expresidente Uribe ha liderado una firme lucha contra la tiranía del régimen chavista, actualmente dirigido por Nicolás Maduro”, señala el documento, en el que también se exalta su constante llamado a la intervención internacional para restaurar el Estado de derecho en Venezuela.
Uribe ha sido un crítico constante del régimen chavista, al que acusa de violaciones sistemáticas a los derechos humanos y de imponer una dictadura que ha llevado a la crisis política, económica y social del país. El Centro Democrático reiteró que su líder fundador siempre ha buscado apoyar al pueblo venezolano en su lucha por recuperar la democracia y su soberanía.
“Como demócrata y defensor de los derechos humanos, Uribe ha pedido la intervención internacional, respaldada por las Naciones Unidas, para que prevalezca la voluntad popular en la nación hermana, cuyo pueblo eligió en democracia a Edmundo González”, agrega el comunicado, haciendo referencia a un supuesto líder legítimo elegido en Venezuela.
La decisión de la Asamblea Nacional venezolana ha generado reacciones diversas en la opinión pública colombiana e internacional, con sectores que consideran esta declaración como parte de una estrategia del régimen de Maduro para desviar la atención de los problemas internos de su país, como la crisis económica y el éxodo migratorio masivo. Por su parte, el Centro Democrático reiteró su apoyo a Uribe, asegurando que no se dejarán intimidar por “acciones que buscan silenciar a quienes defienden los valores democráticos y los derechos humanos en la región”.
La tensión entre el régimen chavista y los gobiernos colombianos ha sido una constante en las últimas décadas, marcada por diferencias ideológicas y denuncias mutuas. Este nuevo episodio añade un capítulo más al ya complejo panorama político y diplomático entre ambos países.