Una investigación reveló que la alcaldesa Johana Aranda pagó en efectivo $152,9 millones por un Toyota Corolla Cross para su hija y destinó más de $60 millones del erario en un viaje oficial-familiar a China. La opacidad choca con una Ibagué plagada de huecos y servicios deficientes, mientras persiste la influencia del “clan Barreto” en la gobernación.
La alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda Rivera, con un salario mensual de $21 246 841, compró en efectivo para su hija Isabella Buendía —actual Gestora Juvenil del municipio— una camioneta Toyota Corolla Cross híbrida 2026 valorada en $152 900 000, según datos en la investigación de ElOlfato.com
El trámite de matrícula exprés se ejecutó el 29 de marzo de 2025 en la Secretaría de Movilidad, justo antes de un polémico viaje oficial a Chengdú (China) que incluyó a su esposo, su hija y el hijo menor de su pareja, con un costo estimado en más de $60 millones para tiquetes y estadías .
Mientras la mandataria disfrutaba de regalos millonarios y lujos familiares, los ciudadanos ibaguereños sortean diariamente calles llenas de huecos, servicios públicos deficientes y falta de mantenimiento vial, reflejo de una gestión desconectada de las necesidades reales .
El viaje a China, supuestamente para gestionar exportaciones de café, dejó más sombras que certezas: no hay evidencia oficial de acuerdos firmados, y los videos difundidos apenas muestran escenas de protocolo sin resultados concretos .
Este escándalo se inscribe en el contexto de un “clan político” liderado por el senador Óscar Barreto, investigado por la Corte Suprema de Justicia desde 2023 por presunta corrupción en su etapa como gobernador del Tolima, y acusado de copar alcaldías y gobernaciones con prácticas clientelistas .
Analistas locales advierten que el dominio de Barreto ha erosionado la inversión en infraestructura y salud pública. En Ibagué, los huecos en las vías se han vuelto cráteres que causan accidentes, mientras los contratos de publicidad y eventos oficiales abundan sin beneficio ciudadano evidente .
La opacidad en el uso de recursos públicos para gastos familiares y regalos privados contrasta con la falta de transparencia en la ejecución presupuestal: Aranda no ha rendido cuentas claras sobre el origen del dinero ni la pertinencia del acompañamiento de su núcleo familiar .
En redes sociales y medios locales crece el clamor por una auditoría ciudadana que esclarezca los gastos de la alcaldesa y compruebe si los fondos públicos se emplearon para la gestión municipal o para satisfacer lujos personales .
Mientras tanto, la influencia política de Barreto y la falta de contrapesos al poder local mantienen ahogada la rendición de cuentas. Para muchos ibaguereños, estos escándalos confirman que el poder en el Tolima opera al servicio de unos pocos, lejos de atender las necesidades de la mayoría .