En un reciente informe, la veeduría Agua para Ibagué (Vapi) reveló alarmantes irregularidades en la construcción de las piscinas olímpicas de la calle 42 con carrera quinta, un proyecto que debía entregarse hace años y que hoy continúa sin avances significativos. Entre los hallazgos destacan retrasos notorios en todas las actividades, fallas estructurales y una preocupante falta de supervisión.
Según el informe, las instalaciones eléctricas y la subestación aún se encuentran en etapas iniciales, mientras que no se ha realizado la instalación de elementos clave como el ascensor. Además, varias barandas están incompletas y otras estructuras, como la cubierta y la pasarela, permanecen sin terminar. Estos factores evidencian la falta de planeación en la ejecución de la obra.
Uno de los problemas más críticos señalados es la pérdida de aditivos necesarios para la construcción, valorados entre 200 y 300 millones de pesos, los cuales fueron desechados. A esto se suma la mala calidad de los concretos y las tuberías del cerramiento, que presentan señales de oxidación a pesar de ser nuevas.
Otro aspecto preocupante es la instalación de baldosas blancas en las áreas perimetrales de la piscina, las cuales reflejan la luz solar y afectan la visibilidad de los peatones. Igualmente, las canaletas recolectoras de aguas lluvias no han sido impermeabilizadas, lo que podría generar futuros problemas de filtración.
El informe de la veeduría concluye que no existe una interventoría activa ni una supervisión adecuada de los trabajos, situación que ha permitido que los problemas persistan. Ante este panorama, se estima que las obras podrían finalizar entre marzo y abril del próximo año, muy por encima de los plazos anunciados por la administración local.
La denuncia ha generado descontento en la ciudadanía, que reclama respuestas claras y efectivas sobre el avance de una obra emblemática que representa una inversión millonaria. La falta de cumplimiento y las deficiencias en la construcción continúan generando dudas sobre la capacidad de gestión del proyecto.
Por ahora, la comunidad espera que la administración local tome medidas inmediatas para corregir los problemas señalados y garantizar la entrega de un escenario deportivo que cumpla con los estándares de calidad y seguridad necesarios.