La polémica fue suscitada luego que Guillermo Pérez candidato al Senado de la República por el Nuevo Liberalismo, junto con el Concejal Rubén Darío Correa, entre otros, hicieran varios cuestionamientos entre esos la financiación de la campaña de Óscar Barreto Quiroga también al Senado.
Sin embargo, todo derivó a consecuencia de unas fotografías que circulan aún en las redes sociales donde se ve una camioneta con los logos de la campaña de Barreto, entregando presuntamente mercados, frente esto las reacciones no se hicieron esperar y tanto opositores como el candidato Guillermo Pérez se preguntaron hasta dónde Barreto es conocedor de esta situación y sí todo fue a sus espaldas.
Esperando una explicación pasaron las semanas y hasta este fin de semana 6 de febrero, Barreto candidato por el Partido Conservador y líder del Barretismo (muy cuestionado por ser heredero del poder y con procesos aún en Procuraduría y Corte) salió al paso con su habitual columna de opinión donde con un elevado nivel de ilustración sobre “moralidad”, lanzó pullas indirectas a quienes lo cuestionan de forma directa eso sí, sin decir nombres, pero de forma sutil dejando el sabor de “dime lo mucho que hablas y te diré lo mucho que careces” haciendo referencia al viejo refrán popular.
Incluso tomando palabras de Juan Mario Laserna, que fueron plasmadas en esa columna diciendo, “cuidado con el que habla tanto de honestidad y pulcritud, agárrese de los bolsillos”, haciendo posiblemente referencia a los huérfanos de poder que han tenido ciertos partidos políticos en la región o colocando en tela de juicio la honestidad y pulcritud de quienes lo cuestionan desde hace años y también en la actualidad.
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Por otro lado, Barreto fue duramente cuestionado por el programa de La Pulla de El Espectador, quienes hicieron una radiografía de los hilos de poder que se mueven en el Departamento del Tolima, mostrando una cuidadosa pero contundente información del Clan Barreto de como se han tomado durante varios años las instituciones del estado.
Finalmente, aún se espera la reacciones de quienes se atrevieron osadamente a desafiar al barretismo en su máximo esplendor electoral. Como se dice popularmente, a buen entendedor pocas palabras.