Habitantes del corregimiento de Bilbao, en Planadas, denuncian que la Alcaldía los dejó solos tras una avalancha que destruyó la vía principal, obligando a la comunidad a financiar maquinaria para habilitar el paso por sus propias manos.
En el corregimiento de Bilbao, zona rural de Planadas, los habitantes denuncian abandono por parte de la Alcaldía tras la emergencia vial generada por el río Siquila. Tras una creciente que destruyó la carretera y un puente, varias veredas quedaron incomunicadas y los residentes aseguran que deben resolver por sí mismos la habilitación del paso.
Según reportes locales, la avalancha afectó al menos cinco veredas, entre ellas El Provenir, Filadelfia, Castillo, La Libertad y El Siquila, arrasando tramos de carretera y aislando comunidades que dependen de ese corredor para transporte, comercio y servicios básicos.
Los afectados relatan que la Alcaldía de Planadas no ha visitado la zona ni enviado maquinaria. Ante la falta de respuesta institucional, la comunidad se organizó junto con el pastor de la iglesia y recogió donaciones locales para pagar horas de operación de una máquina con la que lograron restablecer parcialmente el paso.
Una mujer denunció: “La Alcaldía nos dejó solos, ni la corregidora se apareció por acá”. Su mensaje refleja la frustración de los pobladores, quienes acusan que las autoridades han postergado la atención, prometiendo maquinaria para la próxima semana sin fecha ni acciones inmediatas.
La situación también afecta la vida diaria: los niños no pudieron asistir a clases en las veredas incomunicadas, y quienes deberían recibir atención médica o transporte escolar quedaron imposibilitados. La comunidad advierte que el aislamiento prolongado pone en riesgo tanto la educación como el acceso a salud.
Desde la Alcaldía de Planadas no se ha emitido hasta ahora un pronunciamiento público que explique los motivos del retraso ni plazos firmes para intervención. Mientras tanto, la Gobernación del Tolima tampoco ha oficializado acciones emergentes concretas para auxiliar a la zona rural afectada.
Aunque las lluvias intensas persisten, los habitantes exigen que las autoridades envíen maquinaria pesada y un plan estructural de recuperación vial. “No podemos depender cada vez que llueva para que nos atiendan”, advierten, exigiendo recursos y cumplimiento de deberes institucionales.
El caso de Bilbao se suma a otras emergencias por crecientes e inundaciones en zonas rurales del sur tolimense. Para muchos, este episodio evidencia la fragilidad de la infraestructura departamental y la falta de mecanismos permanentes de gestión de riesgo en territorios apartados.