En una operación conjunta de la Policía y las Fuerzas Militares fueron abatidos alias ‘Román’ e ‘Guillermino’, cabecillas de la estructura 36 de las disidencias de las Farc y señalados responsables de la masacre de Amalfi. El operativo dejó además incautaciones de armamento y un duro golpe al accionar criminal en la región.
La ofensiva del Estado colombiano contra las disidencias de las Farc en Antioquia dio un resultado contundente con la muerte en combate de alias ‘Román’ y ‘Guillermino’, dos de los cabecillas más peligrosos de la estructura 36, responsables de sembrar terror en municipios como Campamento, Yarumal, San Andrés de Cuerquía y Toledo. El operativo, descrito por las autoridades como un asalto de película, se llevó a cabo en zona rural y dejó además otros dos integrantes muertos, entre ellos una mujer.
Los abatidos fueron identificados como Iván Darío Pérez, alias ‘Román’, y Jorge Iván Salazar Ospina, alias ‘Guillermino’. Ambos eran considerados los principales responsables de la masacre de Amalfi ocurrida el pasado 21 de agosto, en la que murieron 13 policías tras un ataque con explosivos que además destruyó un helicóptero de la institución. La operación fue interpretada como una respuesta directa y fulminante a esa tragedia.
Alias ‘Román’, con una trayectoria criminal de 14 años, había militado en las extintas Farc-Ep, se acogió al proceso de paz en Anorí, pero posteriormente desertó y se unió a las disidencias. Desde allí comandaba una comisión armada que desató disputas con el Clan del Golfo, generando desplazamientos masivos y graves afectaciones a las comunidades rurales. Sobre él pesaban varias órdenes de captura por homicidio, concierto para delinquir y porte ilegal de armas.
Por su parte, alias ‘Guillermino’ era un experto en explosivos con siete años dentro de la estructura y pieza clave en múltiples atentados. Contaba con seis procesos judiciales por terrorismo y porte de armas de uso privativo. Aunque fue capturado en 2018, recuperó su libertad y regresó a las filas insurgentes. Según la investigación, era el encargado de diseñar ataques con explosivos de alto poder.
La operación que culminó con la neutralización de estos cabecillas se basó en un trabajo de inteligencia exhaustivo. Incluyó interceptaciones telefónicas, análisis de equipos electrónicos incautados y seguimientos técnicos que permitieron establecer los movimientos de los insurgentes. Dentro de los hallazgos, las autoridades confirmaron que estos grupos estaban usando drones DJI M30T con capacidad para transportar hasta 16 kilos de explosivos, lo que representaba un riesgo inminente contra la Fuerza Pública y la población civil.
En el sitio del operativo fueron halladas armas de alto calibre, granadas, radios de comunicación, celulares, brazaletes y panfletos con los símbolos del frente 36. Las autoridades consideraron estos hallazgos como evidencia del alcance logístico de la estructura y de sus intenciones de continuar expandiéndose en Antioquia.
El director de la Policía, general Carlos Triana, destacó la contundencia del golpe y afirmó que se trató de un acto de justicia frente al asesinato de los uniformados en Amalfi. “Neutralizamos a alias ‘Román’ y ‘Guillermino’, responsables del cobarde asesinato de nuestros héroes. La impunidad no es una opción en Colombia”, declaró el alto oficial.
Finalmente, el Gobierno Nacional ratificó que la ofensiva contra estas estructuras se mantendrá activa, con el respaldo de las Fuerzas Militares, para impedir que las disidencias logren consolidar su poder en Antioquia. La caída de estos cabecillas representa un alivio parcial para la región, aunque las autoridades advierten que la amenaza persiste y requiere de presencia estatal integral para garantizar seguridad y estabilidad en los territorios.
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