Líderes rurales y organizaciones sociales denuncian irrespeto y proselitismo en las actividades promovidas por la Alcaldía de Ibagué y la Gobernación del Tolima para conmemorar el Día Nacional del Campesino. Solicitan que se prioricen acciones concretas para mejorar las condiciones del campo.
Con profunda indignación, campesinos y líderes sociales del Tolima han rechazado públicamente las actividades programadas por la Alcaldía de Ibagué y la Gobernación del Tolima para la conmemoración del Día Nacional del Campesino, en especial una maratón que, según los denunciantes, trivializa la labor de los trabajadores del campo.
Uno de los pronunciamientos más contundentes fue el de Gilberto Salinas, representante legal del Sindicato de Trabajadores Agrícolas del Tolima (Sintragritol) y consejero del Consejo de Desarrollo Rural. Salinas calificó de “proselitismo político” el evento, al considerar que busca aprovechar la imagen del campesinado para fines de autopromoción.
“La alcaldesa y el secretario de Desarrollo Rural quieren ponernos a correr por un par de botas y un poncho. Eso no es un homenaje, eso es una burla”, afirmó Salinas, quien además denunció la ausencia constante de la mandataria en los espacios de participación campesina desde su posesión.
Según los testimonios recopilados, varios líderes consideran que el campesinado no necesita maratones ni fotos en redes sociales, sino una verdadera inversión en sus territorios, apoyo a la comercialización de sus productos y reconocimiento institucional sin condiciones ni espectáculos públicos.
“Ridiculizan al campesino. Proponen una carrera con botas de caucho y luego dicen que eso es celebrar. Que la alcaldesa y la gobernadora se pongan las botas y corran bajo el sol, y luego veremos si entienden lo que sentimos”, expresó otro ciudadano en un audio difundido por redes sociales.
Rosario Borja, representante del colectivo Mujeres Exportadoras de Paz, también rechazó la actividad, señalando que se trata de la “máxima degradación del campesino”, y pidió que se haga un comunicado público de protesta para visibilizar la inconformidad del gremio.
La propuesta más aceptada por las organizaciones es un reconocimiento real al trabajo campesino, a través de la visibilización de sus experiencias de vida, apoyo económico directo y estrategias para el fortalecimiento de su economía local, como bonos de consumo o promoción de sus productos.
“Muchos campesinos no han bajado de la montaña, no conocen un cine o un restaurante. ¿Por qué no hacer una jornada para que vivan una experiencia diferente, y no una carrera humillante?”, expresó otra líder rural, quien pidió que se reconozca el esfuerzo diario que hacen las comunidades campesinas en sus territorios.
Los cuestionamientos también apuntan al silencio institucional frente a las críticas, y al gasto público destinado a eventos que, según los denunciantes, no representan las necesidades ni las prioridades del campo. Además, exigen un control ciudadano más estricto sobre los recursos y decisiones del gobierno local.
Las organizaciones campesinas solicitaron a la administración municipal y departamental que reconsideren las actividades del Día Nacional del Campesino, y que estas se desarrollen con dignidad, respeto y enfoque participativo, donde la voz del campesinado sea protagonista y no decorado de una estrategia mediática.