La falta de contratación impide la atención a mujeres en riesgo, dejando casos como el de Jessica Quiroga sin respaldo. La Personería de Ibagué exige soluciones inmediatas a la Alcaldía.
La Casa Rosa, el refugio destinado a mujeres víctimas de violencia en Ibagué, no está en funcionamiento debido a la falta de contratación, dejando a muchas en situación de vulnerabilidad extrema. La denuncia fue realizada por la Personería Municipal, que advirtió sobre la imposibilidad de brindar protección a quienes la necesitan urgentemente.
El caso de Jessica Quiroga y sus hijos refleja la gravedad del problema. La mujer ha denunciado amenazas y agresiones por parte de su expareja, quien incluso la atacó con un arma de fuego. A pesar de que la Comisaría de Familia dictó medidas de protección, la ausencia de un refugio adecuado la obliga a permanecer en riesgo.
Durante la instalación de la veeduría ciudadana de mujeres Voces Unidas REMI, el personero de Ibagué, Educardo Espinosa Palacios, hizo un llamado de urgencia por la seguridad de Jessica y su familia. En su intervención, denunció que la Casa Rosa fue inaugurada sin garantizar su operatividad, lo que impide brindar ayuda real a las víctimas de violencia de género.
“He pedido apoyo a la Alcaldía, pero me han negado refugio por falta de contrato. Necesito protección para mis hijos y para mí”, afirmó Jessica, quien teme por su vida ante la persistente amenaza de su agresor.
La Personería de Ibagué criticó que las políticas de protección para las mujeres no pueden quedar en simples anuncios sin ejecución efectiva. Señalaron que la inoperancia de la Casa Rosa evidencia una falla grave en la estrategia de atención a víctimas.
Organizaciones de mujeres han manifestado su preocupación y han exigido acciones concretas para garantizar la activación inmediata del refugio. “No se trata solo de inaugurar espacios, sino de garantizar que funcionen y protejan a quienes más lo necesitan”, expresaron voceras de colectivos feministas locales.
Ante la creciente presión, la Alcaldía de Ibagué deberá responder sobre las razones de la falta de contratación y definir un plan urgente para poner en marcha la Casa Rosa. La seguridad de muchas mujeres y sus familias depende de que este refugio funcione cuanto antes. Mientras tanto, Jessica y otras víctimas de violencia siguen esperando una solución efectiva que les brinde la protección que la ley y el Estado deben garantizar.