La movilidad en la vía Girardot-Bogotá, una de las más importantes del país, se encuentra gravemente afectada tras el colapso parcial de la calzada en el kilómetro 93. El incidente, atribuido a las fuertes lluvias de la temporada invernal, generó un gigantesco hueco que ha provocado restricciones en el tránsito vehicular desde el pasado jueves, 21 de noviembre.
Testigos del derrumbe, como Henry González, relataron la magnitud del suceso. “Hubo un estruendo grandísimo, pensamos que se había caído un vehículo”, declaró al medio **Noticias Caracol**. Ante la emergencia, la concesión encargada de la vía activó un plan de contingencia, implementando pasos alternos mientras se evalúan los daños.
Desde el aire, las imágenes del kilómetro 93 revelan la magnitud del daño. Daniel Fernández, ingeniero de la Concesión Sumapaz, explicó que el hundimiento de la bancada se debió a la saturación del terreno por las lluvias continuas. “Actualmente, solo está habilitado un carril en dirección Girardot-Bogotá. Los geólogos y técnicos están evaluando la seguridad del tramo afectado y trabajando para la rehabilitación”, señaló Fernández.
Además de los trabajos de reparación, Fernández informó que se aprovechará la emergencia para avanzar en la ampliación del tercer carril en esta zona. “Se está evaluando cómo acelerar estas obras mientras atendemos la contingencia”, agregó el ingeniero.
El cierre parcial de esta importante vía preocupa a las autoridades, especialmente por el aumento de viajeros esperado durante el fin de semana y la próxima temporada de vacaciones escolares. La Policía de Tránsito anunció que reforzará su presencia en el área para garantizar el flujo vehicular y evitar mayores inconvenientes.
Por otro lado, la concesión encargada de la obra afirmó que, pese a los retrasos ocasionados por las lluvias, la mayoría de los tramos intervenidos en esta carretera serán entregados en diciembre, incluyendo la extensión del tercer carril en varios puntos estratégicos.
La vía Girardot-Bogotá es un corredor estratégico para la economía nacional, conectando el centro del país con regiones del sur. Este incidente pone de maniiesto la vulnerabilidad de la infraestructura vial frente a fenómenos climáticos, un reto que las autoridades deberán atender con prontitud y eficiencia.