En una operación sin precedentes, el Gobierno colombiano repatrió a 110 ciudadanos deportados desde Estados Unidos en un avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC). La iniciativa, liderada por el presidente Gustavo Petro, busca garantizar un retorno digno para los connacionales y establecer un nuevo estándar en el tratamiento de migrantes deportados.
A través de su cuenta de X, Petro anunció la llegada de los colombianos, enfatizando que fueron trasladados “libres, dignos, sin estar esposados”. Además, reiteró su compromiso con la creación de un plan de crédito productivo y asociativo para los migrantes retornados.
La repatriación se realizó en el marco de una polémica diplomática entre Colombia y Estados Unidos, luego de que el gobierno colombiano rechazara la llegada de aeronaves estadounidenses con deportados en condiciones que consideró indignas. Petro afirmó que los migrantes no deben ser tratados como delincuentes y que su retorno debe realizarse con respeto a los derechos humanos.
Dos aeronaves de la FAC partieron hacia San Diego y Houston para recoger a los deportados, en una operación supervisada por Migración Colombia y la Cancillería. Durante el viaje, se realizaron monitoreos médicos y controles sanitarios para garantizar el bienestar de los connacionales.
Estados Unidos, inicialmente, expresó su descontento por la negativa de Colombia a recibir los vuelos de deportación, pero tras negociaciones bilaterales, se permitió que el país suramericano organizara el retorno con sus propios recursos.
El número de vuelos de deportación ha ido en aumento en los últimos meses, con un registro de 17 en julio de 2024 y 10 en diciembre del mismo año. Ante esta tendencia, el Gobierno colombiano ha reafirmado su intención de reforzar las políticas de apoyo para los migrantes retornados.
Esta decisión marca un giro en la política migratoria de Colombia, posicionando la dignidad humana como eje central de su relación con los ciudadanos deportados y estableciendo un precedente para otros países en la región.