En una histórica respuesta a las medidas impuestas por Estados Unidos, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que el país aplicará un arancel del 50% a los productos estadounidenses. Esta decisión surge luego de que el expresidente Donald Trump estableciera sanciones económicas y restricciones contra Colombia, en represalia por la negativa del gobierno colombiano de aceptar vuelos con migrantes deportados.
“Su bloqueo no me asusta. Colombia es el corazón del mundo y seguirá defendiendo su soberanía”, afirmó Petro en un discurso cargado de referencias históricas y culturales. El mandatario también destacó que su gobierno priorizará la dignidad de los migrantes colombianos y exigió a Estados Unidos protocolos de trato digno antes de considerar cualquier colaboración en este tema.
Petro enfatizó que Colombia no tolerará actitudes “esclavistas” y que su nación está comprometida con la libertad y la justicia. “Esta es la tierra de las mariposas amarillas, de Remedios y de Aurelianos Buendía. También es la tierra de Bolívar, quien sigue cabalgando por nuestra dignidad”, declaró el presidente.
La tensión diplomática entre ambos países escaló tras las recientes declaraciones de Trump, quien anunció aranceles del 50% a los productos colombianos y una serie de restricciones económicas. En respuesta, Petro reafirmó que Colombia no solo mira al norte, sino que se abre al mundo como un país constructor de libertad, vida y humanidad.
El presidente colombiano también llamó a la población a fortalecer la producción nacional, destacando el maíz como símbolo de autosuficiencia alimentaria. “Que nuestra gente siembre maíz, que alimentemos al mundo desde nuestra tierra”, expresó, en un llamado a diversificar la economía y reducir la dependencia de mercados extranjeros.
En su discurso, Petro evocó figuras históricas como Lincoln, Gaitán y Bolívar, y recordó el sacrificio de los héroes que defendieron la soberanía latinoamericana. “Colombia jamás se arrodillará ante quienes buscan dominarnos. Nuestro país seguirá enarbolando la bandera de la dignidad y la libertad”, concluyó.
La decisión de imponer aranceles del 50% marca un punto de inflexión en la relación bilateral, mientras Colombia refuerza su postura en defensa de sus intereses nacionales. La comunidad internacional seguirá de cerca esta disputa que podría redefinir las dinámicas comerciales y diplomáticas en la región.