En medio de la crisis de seguridad que afecta al Catatumbo, el Ministro de Defensa de Colombia, Iván Velásquez, se reunió con su homólogo venezolano, Vladimir Padrino, en la base militar de San Antonio, Venezuela. El encuentro tuvo como propósito fortalecer la cooperación bilateral en temas de seguridad fronteriza y buscar soluciones a la compleja situación en esta región estratégica.
El desplazamiento del ministro Velásquez a la zona fronteriza se dio tras liderar un Consejo de Seguridad en la brigada 30 del Ejército Nacional en Cúcuta. Durante este encuentro, el funcionario destacó la necesidad de implementar medidas contundentes para contrarrestar las amenazas del narcotráfico y garantizar la protección de los ciudadanos afectados por la violencia en la región.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro anunció previamente un compromiso firme de trabajar con las autoridades venezolanas para cerrar pasos ilegales en el río Catatumbo, rutas que han sido utilizadas por grupos armados y narcotraficantes. Petro confirmó que estos esfuerzos incluirán operaciones conjuntas y el uso de vuelos binacionales como parte del plan estratégico.
Según cifras presentadas por el mandatario, 1.580 colombianos se encuentran actualmente refugiados en campamentos del lado venezolano, situación que agrava la crisis humanitaria en la región. Petro subrayó la importancia de la cooperación entre los dos países para abordar tanto las causas como las consecuencias de este desplazamiento forzado.
En el encuentro binacional, Velásquez y Padrino discutieron acciones para reforzar la seguridad en la frontera y combatir el narcotráfico, el principal motor de la violencia en el Catatumbo. Ambos destacaron la importancia de actuar de manera coordinada para desmantelar las estructuras criminales que operan en esta zona limítrofe.
La reunión se enmarca en una serie de diálogos que los gobiernos de Colombia y Venezuela han venido desarrollando desde la normalización de sus relaciones diplomáticas. Este acercamiento ha permitido que las dos naciones trabajen de manera conjunta en temas críticos como el comercio, la migración y la seguridad.
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Velásquez calificó la reunión como un avance significativo en los esfuerzos por estabilizar la región del Catatumbo y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. “La seguridad fronteriza no puede ser una tarea de un solo país. La cooperación es esencial para enfrentar desafíos comunes”, afirmó el ministro.
Este nuevo plan de seguridad binacional será monitoreado de cerca por ambas naciones para garantizar su efectividad y ofrecer soluciones sostenibles a largo plazo. Las autoridades anunciaron que se continuará trabajando en reuniones periódicas para evaluar los resultados de las medidas implementadas.
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