Durante la jornada de movilidad sostenible en la capital tolimense, el concejal Giovanni Martínez decidió movilizarse en caballo, acción que dividió opiniones entre quienes lo vieron como un gesto simbólico y quienes lo consideraron poco funcional.
En el marco del Día sin carro y sin moto en la capital tolimense, el concejal Giovanni Martínez sorprendió a propios y extraños al recorrer las principales calles de la ciudad montado en un caballo. Su participación rompió la rutina de la jornada, en la que la mayoría de los ciudadanos optaron por caminar, montar bicicleta o utilizar el transporte público.
La iniciativa, promovida por la administración municipal, busca incentivar el uso de medios alternativos de transporte y generar conciencia sobre la necesidad de reducir la contaminación ambiental. Cientos de ibaguereños se sumaron a la medida, desplazándose de manera diferente a sus trabajos, colegios y demás actividades diarias.
La imagen del cabildante montado a caballo rápidamente llamó la atención y generó comentarios diversos en redes sociales y en las calles. Para algunos, se trató de un recordatorio histórico sobre los orígenes del transporte y una forma simbólica de conectarse con prácticas sostenibles. Otros, en contraste, lo consideraron un acto innecesario y poco práctico en el contexto urbano de la ciudad.
Giovanni Martínez defendió su decisión asegurando que buscaba enviar un mensaje de conciencia ambiental y respeto por los animales. Según el concejal, el caballo representaba una alternativa que, aunque poco común en las ciudades, permite reflexionar sobre el impacto que los vehículos motorizados tienen en el medioambiente.
En sus declaraciones, Martínez también resaltó que la movilidad sostenible no debe limitarse al uso de bicicletas o transporte público, sino que debe pensarse de manera integral, incluyendo la recuperación de valores culturales y rurales que forman parte de la identidad tolimense. De esta forma, su gesto buscó trascender lo simbólico y abrir un debate sobre nuevas formas de movilización.
La comunidad ibaguereña, sin embargo, no tardó en manifestar sus posturas encontradas. Algunos ciudadanos expresaron apoyo al concejal, argumentando que el caballo no genera contaminación y que representa una opción de transporte en armonía con la naturaleza. Otros señalaron que este tipo de iniciativas deben ser mejor planificadas para no generar riesgos en la movilidad urbana.
En medio de la polémica, la jornada cumplió con su propósito de reducir la circulación vehicular y sensibilizar a la población sobre la importancia de adoptar hábitos responsables con el medioambiente. Las autoridades reportaron una disminución significativa en los niveles de tráfico y una mayor apropiación ciudadana del espacio público.
Lo sucedido con el concejal Giovanni Martínez se suma a los hechos llamativos que suelen marcar estas jornadas en la capital tolimense. Más allá de la controversia, su iniciativa puso sobre la mesa el debate sobre cómo fortalecer la cultura de movilidad sostenible en la región y cómo las acciones individuales pueden influir en la percepción ciudadana.