La Contraloría Departamental del Tolima ha publicado un informe que ratifica la crítica situación financiera de la Fábrica de Licores del Tolima, señalando la mala administración liderada por Franz Bedoya y el exgobernador José Ricardo Orozco Valero. El documento detalla 27 hallazgos clave que evidencian serios problemas en la gestión de la empresa, incluyendo sobrecostos, contratos excesivos y una sorprendente cantidad de botellas regaladas sin justificación clara.
Uno de los puntos más alarmantes del informe es el regalo de 245.786 botellas de aguardiente en el año 2023, equivalentes al 19,6% de la producción anual de la empresa. Estas botellas, valoradas en $1.800 millones, fueron entregadas bajo el concepto de “incentivo o degustación”, lo que para la Contraloría es excesivo y no justificable. Además, no se evidenció ningún impacto positivo en las ventas como resultado de esta práctica, lo que contribuyó a los malos resultados financieros del periodo.
El informe también revela que la Fábrica de Licores del Tolima tiene un “faltante de inventario por soportar” de 63.853 botellas, cuyo valor asciende a $465.989.536. Este lote desaparecido no tiene documentación que justifique su destino, lo que genera dudas sobre la gestión interna de los inventarios durante la administración anterior.
Entre otros hallazgos, la Contraloría destaca que la empresa no contó con un plan estratégico adecuado entre 2020 y 2023, lo que contribuyó al desorden administrativo. Esta falta de planificación también afectó la supuesta exportación de 4.000 botellas de aguardiente a Europa, una “hazaña” anunciada en 2022, pero que nunca se concretó. Actualmente, la mayoría de estas botellas permanecen almacenadas en la fábrica, sin haber sido exportadas ni vendidas en el mercado local.
Además, el informe señala un “capital inactivo” de $64.951.579, resultado de botellas no vendidas ni exportadas como se había prometido. La administración de Bedoya prefirió no venderlas debido al bajo precio negociado, lo que generó un detrimento patrimonial adicional para la empresa.
Otro punto crítico es la contratación con Services Solutions SAS para el suministro de botellas de vidrio en 2023. La Contraloría detectó un sobrecosto de $92.095.388 en estampillas, un valor que no debió ser asumido por la Fábrica. Esta falta de supervisión y control en el proceso contractual generó un daño patrimonial al Estado, según el ente de control.
Finalmente, la Contraloría concluye que la Fábrica de Licores del Tolima sufrió una disminución en ventas del 41% en el año 2023, lo que representa una pérdida de $9.803 millones. Esta caída en las ventas, sumada a los problemas de gestión, pone en grave riesgo la viabilidad financiera de la empresa.