La Corporación Autónoma Regional del Tolima intensifica su estrategia de educación ambiental y vigilancia comunitaria para evitar la cacería ilegal de esta ave migratoria. Las Mujeres del Cañón se suman como guardianas del territorio en el Cañón del Combeima.
La Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima) ha fortalecido su campaña de concienciación y vigilancia para garantizar el paso seguro de las águilas cuaresmeras (Buteo swainsoni y Buteo platypterus) por el departamento, una iniciativa clave en la protección de esta especie migratoria amenazada por la caza ilegal.
Cada año, estas aves emprenden su travesía desde Norteamérica hasta Sudamérica, pasando por diversas regiones de Colombia, incluido el Tolima. En su ruta, atraviesan municipios como Chaparral, Falan, Palocabildo y el Cañón del Combeima en Ibagué, donde han sido blanco de ataques y prácticas de caza.
Con el propósito de frenar estas amenazas, Cortolima ha intensificado sus jornadas de educación ambiental, enfocadas en sensibilizar a las comunidades sobre la importancia ecológica de estas rapaces. Dentro de esta estrategia, ha sido fundamental la participación de las denominadas Mujeres del Cañón, un grupo de habitantes rurales comprometidas con la conservación de la biodiversidad.
Las Mujeres del Cañón han asumido el rol de guardianas del territorio, promoviendo la vigilancia comunitaria y generando conciencia entre sus vecinos para proteger el paso de las águilas cuaresmeras. Su trabajo ha sido clave para disuadir la caza ilegal y fomentar una relación armoniosa con la fauna silvestre.
Además de las labores comunitarias, Cortolima ha reforzado sus mecanismos de monitoreo y control en las zonas de mayor riesgo, coordinando esfuerzos con las autoridades locales y promoviendo la denuncia de cualquier acto que atente contra estas especies.
El director de la entidad ambiental hizo un llamado a la ciudadanía para sumarse a esta causa y reportar cualquier amenaza contra las águilas cuaresmeras a través de la línea de atención ambiental 3186322529. “El compromiso de la comunidad es fundamental para asegurar que estas aves puedan completar su ciclo migratorio sin interferencias humanas”, señaló.
Las águilas cuaresmeras cumplen un papel crucial en los ecosistemas, ya que regulan poblaciones de insectos y pequeños vertebrados. Su cacería no solo afecta a la especie, sino que también altera el equilibrio natural de las zonas que atraviesan.
Gracias a esta campaña, el Tolima refuerza su compromiso con la protección de la biodiversidad y se posiciona como un territorio clave en la conservación de especies migratorias. La educación ambiental y la participación comunitaria se consolidan como herramientas esenciales para garantizar la supervivencia de las águilas cuaresmeras en su paso por Colombia.