La defensa del expresidente Álvaro Uribe presentó este lunes una recusación contra el fiscal Gilberto Villarreal, quien lleva el caso en su contra por los presuntos delitos de soborno, fraude procesal y soborno en actuación penal. Los abogados de Uribe alegan que la imparcialidad de Villarreal está “seriamente comprometida y cuestionada” debido a su relación con dos de las víctimas aceptadas en el proceso.
En el documento de recusación, la defensa de Uribe argumenta que la normativa vigente exige que los fiscales se declaren impedidos cuando hay factores que puedan afectar su imparcialidad respecto a las partes del proceso. Según los abogados, Villarreal trabajó con el exfiscal general Eduardo Montealegre Lynnet y con el exvicefiscal general Jorge Perdomo, quienes fueron aceptados como víctimas en este caso.
Durante su tiempo en la Fiscalía, Villarreal ocupó cargos de especial relevancia y confianza bajo la administración de Montealegre y Perdomo. La defensa sostiene que estos nombramientos reflejan una relación cercana y de plena confianza entre Villarreal y sus antiguos superiores jerárquicos, ahora involucrados como víctimas en el caso que él mismo dirige.
“Su desbordada intervención solo denota que usted no está actuando en este proceso de forma objetiva, ni imparcial ni serena,” señaló la defensa de Uribe. “Particularmente, no tiene frente a mí una posición neutral, ni desapasionada, sino que, por el contrario, sin ningún recato, de forma ligera, me ha descalificado y acusado de otras conductas que dan cuenta de sus prejuicios en mi contra.”
Este giro en el caso de Uribe se produce solo tres días después de que la Fiscalía lo acusara formalmente en juicio de soborno, fraude procesal y soborno en actuación penal, cargos que fueron aceptados por la jueza. La jueza también aceptó como víctimas del caso al senador Iván Cepeda, a los exfiscales Montealegre y Perdomo, y a Deyanira Gómez, exesposa del paramilitar Juan Guillermo Monsalve, involucrado en el caso.
La controversia en torno a este caso se remonta a 2012, cuando Uribe, entonces senador, demandó a Cepeda por supuesta manipulación de testigos. En lugar de abrir una investigación contra Cepeda, la Corte Suprema de Justicia inició un proceso contra Uribe por manipulación de testigos.
La acusación de soborno implica el presunto pago de coimas a Carlos Enrique Vélez y Juan Guillermo Monsalve, quienes están presos en las cárceles de Palmira y La Picota, respectivamente. Monsalve, un exparamilitar, ha asegurado que hubo una estrategia para convencerlo de declarar contra Cepeda.
El expresidente Uribe ha sostenido durante años que el proceso en su contra tiene motivaciones políticas y carece de pruebas. El fiscal Villarreal asumió el caso el 16 de enero pasado y el 9 de abril afirmó que, con base en las evidencias y elementos probatorios, había motivos suficientes para acusar a Uribe.