Tras más de tres años de ocupación, autoridades y comunidad del corregimiento del Carmen de Bulira recuperaron el antiguo puesto de salud, desalojando de manera pacífica a un habitante de calle que vivía allí. La limpieza del espacio fue realizada con apoyo interinstitucional.
En un operativo conjunto entre autoridades locales y la comunidad, fue desalojado de manera voluntaria el habitante de calle que durante más de tres años ocupó el antiguo puesto de salud del corregimiento de Carmen de Bulira, en Ibagué. La acción se desarrolló de forma pacífica y culminó con la limpieza total del lugar, que se encontraba en estado de abandono.
El edil del corregimiento, Rusbell Galindo, confirmó que el procedimiento se llevó a cabo en la tarde del jueves 5 de junio de 2025, sin presentar ningún tipo de enfrentamiento. “Se logró un desalojo voluntario, donde el ciudadano cooperó en todo momento y no hubo necesidad de usar la fuerza”, indicó.
En el operativo participaron la Policía Nacional, ediles del sector, Ibagué Limpia, Interaseo, la Unidad de Salud de Ibagué (USI), la Personería Municipal y la Secretaría de Desarrollo Social y Comunitario, quienes unieron esfuerzos para devolver este espacio público a la comunidad.
Según Galindo, el hombre desalojado había convertido el puesto de salud en su vivienda improvisada, acumulando diferentes objetos durante su estadía, lo que generó preocupación entre los vecinos. “Era una situación insalubre y, en los últimos meses, también empezó a mostrarse agresivo”, relató el edil.
El habitante de calle ya fue plenamente identificado y no presenta antecedentes judiciales. Las autoridades buscan ahora ubicar a sus familiares, con el fin de encontrar una solución a largo plazo para su bienestar y evitar futuras ocupaciones ilegales.
“El problema no solo era la ocupación, sino el riesgo sanitario y de seguridad que esto representaba. Además, se volvió un acumulador compulsivo, lo que complicaba la convivencia con la comunidad”, señaló Galindo, quien agradeció el trabajo articulado entre entidades.
En total, la estadía del ciudadano se extendió por más de tres años. Aunque en un momento se había retirado, regresó poco tiempo después y retomó el control del lugar, deteriorando aún más la estructura y el entorno.
El lugar ahora se encuentra completamente limpio y se espera que la administración municipal determine su uso futuro, con el fin de evitar que vuelva a ser invadido. La comunidad espera que se tomen decisiones que recuperen este espacio para beneficio de todos los habitantes del corregimiento.
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