A dos años de haber asumido la presidencia de Colombia, Gustavo Petro enfrenta una desaprobación del 54%, mientras que su aprobación se sitúa en un 37%, según las últimas encuestas de Yanhass, Datexco, Invamer y Guarumo. Este indicador incluye siete encuestas publicadas durante el mes de julio, agrupadas en tres momentos cronológicos y ponderadas con una media móvil para reflejar la tendencia actual.
Desde su llegada al poder, la desfavorabilidad de Petro ha aumentado 34 puntos porcentuales. La primera medición del Ponderador en septiembre de 2022 mostraba una desaprobación mucho menor, pero la situación ha cambiado drásticamente con el paso de los meses. La aprobación de su gestión también ha disminuido significativamente, cayendo del 62% en la primera ponderación al 37% en la última.
Durante los primeros meses de su mandato, Petro disfrutó de una breve luna de miel política, que finalizó tras romper la coalición con los partidos de centro. Desde entonces, ha mantenido una base de apoyo de alrededor de un tercio de la opinión pública, mientras que casi dos tercios lo rechazan. Este núcleo de respaldo ha perdurado a pesar de numerosos escándalos de corrupción, errores, y fluctuaciones en sus logros y fracasos gubernamentales.
El Ponderador de La Silla Vacía hizo la agrupación de 85 encuestas que han medido la aprobación del presidente desde su posesión, distribuidas en 38 momentos cronológicos. El primer momento de la última actualización incluye la encuesta de Datexco, donde la desaprobación de Petro alcanzó el 65%, cifra consistente con la del mes anterior. Esta encuesta también evaluó la percepción pública del reciente cambio de ministros en seis carteras clave.
La segunda marca temporal agrega la encuesta del Centro Nacional de Consultoría, encargada por el Departamento Administrativo de Presidencia (Dapre). Petro destacó en redes sociales una aprobación del 47% obtenida en esta encuesta, aunque la de Datexco le otorgó solo un 25%. Estas encuestas se realizaron durante la instalación del tercer año del Congreso, en la que Petro pidió perdón por un escándalo de corrupción en la Unidad de Gestión de Riesgo, involucrando a funcionarios cercanos como el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
El tercer momento incluye la encuesta de Yanhaas —que mide por primera vez la aprobación del presidente desde su posesión—, y la última publicada por Datexco, en la que Petro mantiene una aprobación del 26%. Además, incorpora la encuesta de Guarumo, donde la desaprobación de Petro aumentó casi 7 puntos en comparación con el registro de finales de junio.
Las más recientes mediciones reflejan la percepción pública sobre la reacción de Colombia a las elecciones en Venezuela. Este episodio estuvo marcado por un atípico silencio del presidente en sus redes sociales, parte de una estrategia conjunta con otros gobiernos de izquierda de la región para presionar al chavismo a publicar los resultados de las votaciones, sin romper completamente con el régimen venezolano para mantener una vía de negociación. A medida que se desarrolla su mandato, la popularidad de Petro sigue siendo un tema central en la agenda política, reflejando las profundas divisiones y desafíos que enfrenta su administración.