En este municipio, individuos ingresaron a un puesto de votación, prendieron fuego a urnas que contenían votos, y provocaron disturbios que obligaron a las autoridades a instaurar un toque de queda. La Misión de Observación Electoral (MOE) informó que fue necesario el despliegue de la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO) para controlar la situación.
La situación no fue exclusiva de Palocabildo, ya que, según Cristian Martínez, coordinador de la MOE en el Tolima, hubo riesgos de asonada en Santa Isabel, Anzoátegui y Flandes. La rápida intervención de la Policía Nacional logró mitigar las amenazas potenciales en estos lugares.
En Planadas, la Policía tuvo que custodiar los escrutinios ante el riesgo de una asonada, mientras que en Purificación, el alcalde Cristian Barragán fue encerrado por un grupo de ciudadanos, aparentemente instigados por un candidato derrotado.
El alcalde Barragán explicó que la manifestación hostil fue liderada por un aspirante a la Alcaldía que perdió en las elecciones. Subrayó que cualquier inconformidad con los resultados debería ser dirigida a instancias competentes como el Consejo Nacional Electoral o la Registraduría, en lugar de manifestaciones violentas.
Ante la falta de recursos policiales, Purificación solicitó el apoyo del Ejército, autorizado por el gobernador Ricardo Orozco para mantener la seguridad en la zona.
Estos disturbios postelectorales plantean interrogantes sobre la estabilidad política y la seguridad en el Tolima. Las autoridades están trabajando arduamente para garantizar el orden y la tranquilidad, y estas situaciones subrayan la necesidad de una respuesta firme y efectiva para prevenir incidentes similares en futuros procesos electorales. La sociedad tolimense espera una pronta solución y el restablecimiento de la calma en la región.