El Departamento de Justicia de Estados Unidos ordenó el decomiso de un avión valorado en hasta USD 10 millones, identificado en un aeropuerto privado de República Dominicana.
Las autoridades de Estados Unidos incautaron una segunda aeronave vinculada al régimen venezolano, según confirmó el secretario de Estado, Marco Rubio, durante un evento en República Dominicana. La aeronave, un Dassault Falcon 200 con matrícula YV-3360, fue detectada en abril pasado mientras recibía mantenimiento en un aeropuerto privado.
La operación fue resultado de una investigación conjunta entre la Embajada de Estados Unidos en Santo Domingo y las autoridades locales. Según el reporte oficial, la aeronave está valorada entre USD 7 y USD 10 millones y pertenece a miembros del régimen de Nicolás Maduro.
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El Departamento de Justicia de Estados Unidos, a través de la Fiscalía del Distrito Sur de Florida y la División de Seguridad Nacional, determinó que existían fundamentos legales para proceder con un decomiso civil. Esta medida busca recuperar el avión y restringir su uso por parte de funcionarios o aliados del gobierno venezolano.
La acción legal se llevó a cabo con base en pruebas aportadas por el Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y la Oficina de Industria y Seguridad. Estas agencias han trabajado en conjunto en la identificación de bienes y activos presuntamente vinculados a operaciones irregulares del régimen venezolano.
Esta incautación se suma a la de otra aeronave venezolana retenida previamente en Estados Unidos bajo cargos similares. Washington ha reforzado su estrategia para identificar y confiscar activos que puedan estar relacionados con actividades ilícitas o con violaciones a las sanciones impuestas a Venezuela.
El gobierno de Nicolás Maduro aún no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre esta nueva incautación. Sin embargo, en anteriores casos similares, ha rechazado las acciones de Estados Unidos, calificándolas de “medidas arbitrarias” contra la soberanía venezolana.
La confiscación de bienes y recursos vinculados a Venezuela sigue siendo un punto de tensión en las relaciones diplomáticas entre ambos países. Mientras EE.UU. mantiene sanciones económicas, el régimen de Maduro continúa denunciando lo que considera una “agresión financiera” contra su gobierno.
Por ahora, el avión incautado permanecerá bajo custodia de las autoridades estadounidenses, mientras se adelanta el proceso legal para determinar su destino final.