Durante la conmemoración del Día Internacional del Trabajo, campesinos del sur y norte del Tolima, liderados por Arlin Cuéllar e integrados a Fuerza Campesina y Fuerza Ciudadana, se movilizaron en Ibagué para exigir garantías sociales, laborales y acceso a salud y pensión.
En el marco del primero de mayo, Día Internacional del Trabajo, Ibagué fue escenario de una masiva movilización donde participaron sectores sociales, sindicales y campesinos. Entre ellos estuvo Arlin Cuéllar, líder campesino del municipio de San Antonio (Tolima) e integrante de Fuerza Campesina y Fuerza Ciudadana, quien elevó un fuerte llamado a las autoridades nacionales sobre el abandono histórico del campo.
“El campesino madruga, trabaja la tierra y garantiza la comida del pueblo, pero no tiene seguridad, ni salud, ni pensión. El campo está olvidado”, declaró Cuéllar, quien lidera varias comunidades rurales del sur del Tolima. Según su testimonio, la presencia campesina en la movilización no es solo simbólica, sino una exigencia por dignidad y justicia.
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Cuéllar afirmó que los campesinos representan el 70% de quienes sostienen al país y, sin embargo, no tienen acceso a servicios básicos. “Muchos deben caminar hasta siete horas para llegar a un puesto de salud. Eso si existe, porque muchas veces ni siquiera hay en la vereda”, denunció. La situación, según él, pone en riesgo la vida misma del campesinado.
Uno de los temas que más resonó entre los asistentes fue la propuesta del presidente Gustavo Petro sobre la consulta popular que busca, entre otros puntos, garantizar un salario mínimo y pensiones para los trabajadores rurales. Cuéllar ve con esperanza esta iniciativa: “Sería un gran avance. La mujer campesina es la primera en levantarse y la última en acostarse, pero hoy no tiene ninguna garantía laboral ni seguridad social”.
La movilización, convocada por organizaciones sociales y políticas, reunió delegaciones campesinas de municipios como Roncesvalles, Chaparral, Río Blanco, Mariquita y Fresno. “Estamos aquí para unirnos y luchar por nuestros derechos. Esta marcha demuestra que el campo no se rinde y que el campesinado está más vivo que nunca”, enfatizó Cuéllar.
Los participantes marcharon desde la zona sur de Ibagué hasta la plaza de Bolívar, donde realizaron un acto simbólico y una intervención pública. El eje central fue la necesidad de que el Estado reconozca al campesinado como sujeto de derechos, con políticas públicas diferenciales y presupuesto directo.
Durante la jornada, se denunciaron múltiples problemáticas estructurales del campo colombiano: falta de inversión, ausencia de vías terciarias, limitaciones en la educación rural, y la constante vulneración de derechos territoriales. “Pedimos educación para nuestros jóvenes, proyectos productivos reales y presencia del Estado. No más abandono”, reclamó el líder campesino.
Esta movilización refuerza el rol del campesinado en las luchas sociales contemporáneas. Según Cuéllar, la articulación con sectores urbanos como Fuerza Ciudadana permite amplificar la voz del campo y consolidar una agenda común que incluya al agro en las decisiones estructurales del país.
La jornada concluyó con una petición directa al Gobierno nacional: que se concrete la consulta popular y se priorice al campo en el Plan Nacional de Desarrollo. “Sin campo no hay ciudad, sin campesinos no hay comida. Ya es hora de que nos miren y nos respeten”, sentenció Cuéllar, cerrando su intervención con aplausos de los asistentes.