El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el cierre temporal de la sección de visas en Colombia, como represalia por la decisión del presidente Gustavo Petro de rechazar vuelos con migrantes deportados. La medida, que se hará efectiva desde este lunes 27 de enero, afecta a miles de ciudadanos que tenían citas programadas para trámites consulares.
La controversia inició luego de que Petro ordenara devolver dos aviones militares estadounidenses que transportaban migrantes colombianos deportados. En redes sociales, el mandatario justificó su decisión argumentando que “los migrantes colombianos no pueden ser tratados como delincuentes” y exigiendo protocolos de respeto y trato digno antes de aceptar su retorno al país.
Fuentes diplomáticas citadas por medios como *El Tiempo* revelaron que los vuelos de deportados habían sido previamente aprobados por el gobierno colombiano en los más altos niveles. Sin embargo, la reciente decisión de Petro desató una inmediata reacción desde Washington, que calificó la medida como una ruptura de acuerdos migratorios.
El cierre de la sección de visas afecta a quienes tenían citas agendadas en los próximos días, generando incertidumbre sobre cuándo podrán ser reagendadas. Hasta el momento, la Embajada de Estados Unidos en Colombia no ha emitido directrices claras sobre el manejo de esta situación, dejando en el limbo a miles de solicitantes.
Además, fuentes estadounidenses advierten que podrían implementarse nuevas medidas en respuesta a la postura del gobierno colombiano. Aunque no se han especificado cuáles serían, estas podrían escalar el conflicto diplomático entre ambas naciones, complicando aún más las relaciones bilaterales.
Por su parte, Petro reiteró su postura, señalando que Estados Unidos debe implementar un protocolo para garantizar el trato digno de los migrantes antes de deportarlos. El presidente enfatizó que su gobierno no aceptará vuelos que vulneren los derechos de los ciudadanos colombianos.
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Este nuevo episodio tensiona aún más la relación entre Colombia y Estados Unidos, tradicionalmente aliados estratégicos en temas como la lucha contra el narcotráfico y el comercio. Observadores internacionales advierten que el conflicto podría tener consecuencias económicas y políticas para ambas naciones si no se logra un pronto consenso.
Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos respaldaron la decisión de Petro, destacando la importancia de exigir un trato respetuoso hacia los migrantes. Sin embargo, también hicieron un llamado a evitar que estas tensiones afecten a los ciudadanos que dependen de las relaciones consulares para viajar, estudiar o trabajar en Estados Unidos.