El estamento estudiantil de la Universidad del Tolima rechazó la delegación enviada por el rector Omar Mejía tras su solicitud de retiro temporal y se retiró de la audiencia pública del 13 de mayo por falta de legitimidad.
La comunidad estudiantil de la Universidad del Tolima emitió un comunicado en el que expresa su profunda inconformidad con la ausencia del rector Omar Mejía Patiño en la asamblea pública convocada para el 13 de mayo, un espacio que ellos consideran vital para rendición de cuentas.
Pese a la obligación aprobada en la Asamblea General del 9 de mayo, que exigía la presencia institucional del rector, Mejía Patiño delegó sus funciones enviando a representantes, lo cual fue interpretado por los estudiantes como una maniobra evasiva.
En el pronunciamiento, los estudiantes califican de “cobarde” la decisión del rector y denuncian que, al no asistir, incumplió con su deber de diálogo directo con la comunidad universitaria que legítimamente lo interpelaba.
El estamento señala que, aunque estuvieron presentes docentes, administrativos, vicerrectores y entidades garantes de derechos como la Personería y la Defensoría del Pueblo, la ausencia de la máxima autoridad invalidó el carácter vinculante de la asamblea.
Como respuesta a lo que consideran una falta de legitimidad institucional, los estudiantes decidieron retirarse del espacio a modo de protesta política y ética, argumentando que sus exigencias no tuvieron interlocutor real.
En su comunicado, la comunidad universitaria reitera el llamado a fortalecer la transparencia y a garantizar canales efectivos de participación, proponiendo la realización de un Consejo Superior Ampliado el 15 de mayo para abordar colectivamente los problemas estructurales que atraviesa la institución.
Este pronunciamiento se suma a la decisión de Mejía Patiño de solicitar al Consejo Superior apartarse temporalmente del cargo, medida que los estudiantes estiman insuficiente ante la falta de un pronunciamiento claro sobre los señalamientos que motivaron la audiencia.
Los líderes estudiantiles advirtieron que mantendrán su posición hasta que el rector comparezca personalmente y ofrezca respuestas concretas, insistiendo en que solo así se podrá avanzar hacia una universidad más transparente, justa y con garantías reales para toda la comunidad.
La tensión entre el estamento estudiantil y la administración de la UT se intensifica en medio de denuncias previas por violencias basadas en género y por la necesidad de actualizar protocolos institucionales, lo que convierte a las próximas sesiones del Consejo Superior y del Consejo Ampliado en espacios decisivos.