Un violento agresor que hizo detonar un cilindro de gas en su vivienda en Pasto dejó 12 heridos, entre policías, bomberos y civiles, y pese a sus antecedentes quedó en libertad por fallas en el proceso judicial.
Un grave episodio de violencia intrafamiliar puso en alerta a Pasto (Nariño) cuando un hombre provocó la explosión de una pipeta de gas para impedir que la Policía Nacional rescatara a su familia. El incidente dejó 12 personas lesionadas, entre ellas seis uniformados, miembros del Cuerpo de Bomberos y varios civiles.
La secuencia de hechos se inició hace unos días, cuando una mujer logró escapar de su agresor y solicitó ayuda a gritos en plena calle. Al llegar al lugar, los policías ingresaron a la vivienda, momento en que el sujeto, presuntamente bajo efectos de licor, abrió y detonó el cilindro de gas, generando una detonación de gran potencia.
El estallido impactó a seis agentes de la Policía Metropolitana de Pasto y a varios bomberos que acudieron a atender el llamado. También resultaron heridos tres familiares del agresor y otros civiles que se encontraban en los alrededores, colocando en riesgo la integridad de toda la cuadra.
Las autoridades calificaron el ataque como un atentado directo contra servidores públicos y un peligro inminente para la comunidad. “Se puso en riesgo no solo a los uniformados, sino a inocentes que vivían o transitaban por la zona”, señaló el coronel Neider Zapata, comandante encargado de la Policía de Pasto.
La víctima, una mujer cuya identidad se reserva por seguridad, denunció que había sido víctima de agresiones continuas en el hogar. Su valentía al huir y pedir auxilio fue clave para evitar un desenlace aún más trágico.
El agresor fue detenido en el lugar de los hechos y presentado ante la Fiscalía, donde se le imputaron cargos por lesiones personales, daño en bien ajeno, violencia intrafamiliar y ataque a servidor público. Sin embargo, un error de técnica judicial en la formulación de cargos permitió que quedara en libertad pocas horas después. La noticia de su liberación causó indignación entre la ciudadanía y los organismos de seguridad. El coronel Zapata advirtió que “esa persona tenía antecedentes y no representaba un peligro mitigado; corresponde recapturarlo cuanto antes”.
La Fiscalía de Nariño, ante las críticas y el vacío legal detectado, aseguró que revisará el expediente y buscará ordenar una nueva orden de detención para garantizar que el agresor responda por sus actos. Mientras tanto, los heridos se recuperan en distintos centros médicos de Pasto. Se espera que los policías y bomberos afectados reciban atención especializada por las quemaduras y traumatismos derivados de la detonación.
El caso revive la discusión sobre la necesidad de fortalecer los protocolos judiciales en casos de violencia intrafamiliar y ataques a la fuerza pública, para evitar que fallas procesales liberen a presuntos responsables y pongan en riesgo a la sociedad.