El expresidente de Uruguay y referente de la izquierda latinoamericana, José Mujica, murió tras una prolongada lucha contra un cáncer de esófago, confirmó el gobierno uruguayo.
José “Pepe” Mujica, presidente de Uruguay entre 2010 y 2015, falleció este martes a los 89 años después de afrontar durante más de un año un cáncer de esófago que se extendió a otros órganos. La noticia fue confirmada por el actual mandatario, Yamandú Orsi.
Reconocido internacionalmente por su vida austera —donó gran parte de su salario presidencial a programas sociales y vivía en una humilde chacra fuera de Montevideo— Mujica fue uno de los fundadores del Movimiento de Participación Popular y exguerrillero tupamaro, detenido durante la dictadura uruguaya.
Durante su gestión presidencial, impulsó leyes pioneras en la región: legalizó el matrimonio igualitario, el aborto y la regulación del cannabis, y promovió políticas de protección social para los sectores más vulnerables. Su estilo directo y su pugna contra el consumismo lo convirtieron en un símbolo de la izquierda progresista.
Tras dejar la presidencia, Mujica se mantuvo activo en la política y la reflexión pública hasta principios de 2025, cuando anunció que interrumpiría los tratamientos médicos ante el avance de la enfermedad, pidiendo “descansar en paz” en su chacra de Rincón del Cerro.
Su esposa, la exvicepresidenta Lucía Topolansky, y sus más cercanos colaboradores estuvieron a su lado durante sus últimos días, coordinando cuidados paliativos. El gobierno uruguayo declaró tres días de duelo nacional en honor a su legado.
El legado de Mujica trasciende fronteras: su coherencia entre discurso y vida lo convirtió en referente moral para líderes y movimientos sociales en todo el mundo, y su muerte deja abierta una profunda reflexión sobre la simplicidad y la justicia social.