Con profunda tristeza, comunidades, amigos y organizaciones sociales del sur del Tolima lamentan la partida de Alejandro Sanabria, reconocido por su compromiso con la salud comunitaria, la comunicación alternativa y la construcción de paz territorial.
Alejandro Sanabria, conocido cariñosamente como “el médico del pueblo”, falleció este viernes, dejando una profunda huella en las comunidades del sur del Tolima y en quienes compartieron su caminar por los procesos sociales y de comunicación popular. Su partida ha sido confirmada por su familia, quienes agradecieron las oraciones, el apoyo y la solidaridad de quienes han acompañado su dolor.
Sanabria fue más que un profesional de la salud. Su vocación de servicio lo llevó a ser parte de innumerables iniciativas comunitarias, siempre con una sonrisa, con la palabra solidaria y el gesto humano dispuesto a ayudar. Fue un referente en los territorios rurales y campesinos, donde la salud y la comunicación se entrelazaban como herramientas de dignidad.
Desde el equipo de La Zaranda, medio de comunicación alternativa con el que colaboró activamente, se le recordó como un ser humano invaluable: compañero de lucha, soñador empedernido y creyente firme en que otra historia es posible para los territorios golpeados por el conflicto y la exclusión.
Su legado permanece en cada comunidad que recorrió, en cada palabra dicha desde la sensibilidad, en cada acción que buscó transformar realidades. Alejandro no solo curaba con medicina, también lo hacía con escucha, respeto y profundo amor por su gente.
El sur del Tolima despide con tristeza a uno de sus más fieles defensores. Su labor como médico comunitario y comunicador territorial seguirá presente en las voces que reclaman justicia, en los relatos que construyen memoria y en las apuestas colectivas por la paz.
Familiares, amigos y organizaciones invitan a recordar a Alejandro con alegría, con compromiso y con la firme convicción de seguir sembrando vida, como él lo hizo, con humildad y amor incondicional por su tierra.
Hoy el sur del Tolima pierde a un ser humano imprescindible, pero gana un legado que será semilla para nuevas generaciones. ¡Buen viaje, Alejandro Sanabria Mape! Gracias por sembrar, por caminar, por creer.