Mediante acuerdos financieros directos, la EPS busca normalizar los pagos a hospitales y optimizar la entrega de medicamentos y tratamientos oncológicos en el departamento.
La EPS Famisanar, bajo la dirección de su agente interventor Germán Darío Gallo, oficializó acuerdos financieros superiores a los $3.000 millones en Ibagué. Esta millonaria inyección de recursos tiene como objetivo principal sanear deudas con la red hospitalaria pública y privada del territorio tolimense. La decisión se tomó tras intensas mesas de trabajo donde se evaluó la urgencia de mejorar el flujo de caja operativo. Con estos pagos, se espera que las instituciones prestadoras de salud recuperen la estabilidad necesaria para atender a miles de usuarios.
La estrategia, denominada “Ruta Regiones”, marca un hito en la gestión de la EPS al trasladar la toma de decisiones directamente al territorio afectado. Durante la visita, el equipo interventor se reunió con la Secretaría de Salud departamental y directivos de centros clave como el Hospital Federico Lleras Acosta. Este acercamiento busca eliminar las barreras administrativas que históricamente obligaban a los gestores locales a viajar hasta Bogotá para gestionar sus pagos. La presencia del interventor en Ibagué fue calificada como un gesto de compromiso real con la crisis sanitaria regional.
El agente interventor enfatizó que la reconstrucción de la confianza de los afiliados solo es posible mediante hechos concretos y verificables en la atención diaria. Gallo realizó recorridos personales por las instalaciones médicas para diagnosticar fallas en los servicios y activar soluciones inmediatas en la prestación asistencial. Según el funcionario, estar en el terreno permite entender las dinámicas locales que no se perciben desde las oficinas centrales de la capital. La prioridad actual es garantizar que cada peso invertido se traduzca en una atención digna y oportuna para los pacientes.
Por su parte, la secretaria de Salud del Tolima, Katherine Rengifo, destacó la agilidad de la nueva gerencia de Famisanar para proponer soluciones conjuntas. La funcionaria resaltó que, en menos de un mes de gestión, el doctor Gallo ha logrado establecer un diálogo directo y productivo con los hospitales. Esta voluntad política es vista como una luz de esperanza para la red de salud pública, especialmente para la Unidad de Salud de Ibagué. La coordinación entre el ente departamental y la EPS será vital para supervisar que los recursos lleguen al destino previsto.
Uno de los puntos más sensibles de la agenda fue la revisión de la ruta de atención oncológica, donde los retrasos pueden ser fatales. El equipo técnico de Famisanar inspeccionó el funcionamiento del “consultorio rosado”, especializado en pacientes con cáncer de mama, para agilizar procesos internos. Gallo fue enfático al declarar que en oncología no debe existir margen de espera para autorizaciones o tratamientos vitales de los usuarios. Se establecieron compromisos de seguimiento permanente para evitar cualquier interrupción en las quimioterapias y cirugías programadas para este sector poblacional.
En cuanto al suministro de insumos, se revisó la operación del gestor farmacéutico Medic con el fin de normalizar la entrega de medicamentos pendientes. Las quejas por falta de fármacos han sido recurrentes, por lo que la intervención busca estabilizar la cadena de suministro en todas las farmacias. La meta es que los afiliados salgan de su consulta médica con la garantía de recibir su tratamiento completo de forma inmediata. La normalización de pagos a los proveedores de medicamentos es una pieza clave dentro de este acuerdo financiero de rescate.
La EPS Famisanar anunció que este modelo de intervención regional continuará en otros departamentos del país que presentan dificultades similares en su operación administrativa. El objetivo es estabilizar los servicios críticos y recuperar la cartera morosa que afecta la calidad de vida de los ciudadanos colombianos. Tolima se convierte así en el modelo a seguir para la recuperación de la confianza institucional mediante la transparencia y el pago efectivo. La entidad espera que estos $3.000 millones alivien la presión financiera que enfrentan los médicos y enfermeras del departamento.
Finalmente, el balance de la jornada en Ibagué deja un panorama optimista para el cierre de la vigencia fiscal y el inicio del próximo año. El flujo de recursos permitirá que los hospitales mantengan su capacidad instalada y mejoren la oportunidad en la asignación de citas especialistas. Los afiliados a Famisanar en el Tolima podrán ver reflejados estos acuerdos en una reducción de los tiempos de espera y trámites. La vigilancia ciudadana y gubernamental será fundamental para que estos compromisos se cumplan estrictamente en beneficio de la salud pública regional.









