El Ejército Nacional ha lanzado una ofensiva contundente en el municipio de Ataco, al sur del Tolima, con el objetivo de desmantelar las estructuras de las disidencias de las FARC que operan en la zona. Esta intervención, que forma parte de un plan de seguridad integral, busca recuperar el control territorial y brindar protección a los habitantes de la región, quienes han estado bajo la amenaza constante de estos grupos armados.
La acción militar se llevó a cabo tras un exhaustivo trabajo de inteligencia que reveló la presencia de estos grupos ilegales, los cuales han intentado establecer su dominio en varias áreas del municipio. En respuesta, la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, ha reiterado su llamado a las autoridades nacionales para intensificar las operaciones militares en la zona y así evitar que los disidentes sigan expandiendo su influencia.
Guillermo Ignacio Alvira, secretario de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Tolima, señaló que “el gobierno ha ordenado tomar el control de nuestros territorios y no permitir que los delincuentes sigan imponiendo su ley en el departamento”. Este despliegue militar es visto como un paso crucial para restablecer la paz y el orden en la región.
Por su parte, Felipe Ferro, presidente de la Asamblea Departamental, reveló que en Ataco las disidencias de las FARC habían establecido una escuela clandestina donde menores de edad, reclutados principalmente en el Cauca, eran adoctrinados y entrenados para actividades ilícitas. Este descubrimiento ha encendido las alarmas entre las autoridades y la comunidad, quienes exigen una respuesta contundente para proteger a los jóvenes y evitar que caigan en manos de estos grupos.
En medio de los intensos combates que se desarrollan en Ataco, las tropas del Ejército han logrado importantes avances, desmantelando varias bases operativas de los disidentes y recuperando territorios clave. Sin embargo, la situación en la zona sigue siendo crítica, con las fuerzas militares en alerta máxima para evitar que los enfrentamientos se extiendan a otras áreas del departamento.
La gobernadora Matiz ha manifestado su firme compromiso de continuar trabajando junto con las fuerzas armadas para asegurar que ningún rincón del Tolima quede bajo el control de los grupos armados ilegales. Asimismo, ha instado a la comunidad a colaborar con las autoridades, reportando cualquier actividad sospechosa que pueda poner en riesgo la seguridad de los ciudadanos.
Aunque no se han reportado víctimas civiles hasta el momento, la comunidad de Ataco vive en constante tensión, temiendo que los enfrentamientos puedan intensificarse. Las autoridades locales han implementado medidas de seguridad adicionales para proteger a la población y minimizar el impacto de la operación militar en la vida cotidiana de los residentes.