Los trabajadores de la cárcel de Picaleña en Ibagué se encuentran en estado de alarma y exigieron la adopción de medidas de seguridad tras el asesinato del coronel Elmer Fernández, director de la cárcel La Modelo de Bogotá. Según el representante del sindicato del centro carcelario, Alejandro Durán, varios funcionarios han recibido amenazas en los últimos meses, aumentando la preocupación por su integridad.
Durán, dragoneante y portavoz del sindicato del Complejo Carcelario y Penitenciario con Alta y Media Seguridad de Ibagué, declaró que los empleados no tienen garantías de seguridad adecuadas para realizar sus labores diarias. “No tenemos garantías de seguridad en los desplazamientos del personal de funcionarios. Aquí tenemos amenazados al director, subdirector, cuadros de mando, dragoneantes. Hay bastantes temas de amenazas por la labor que se viene llevando dentro del establecimiento”, manifestó Durán.
El asesinato del coronel Fernández ha intensificado el temor entre los funcionarios del centro penitenciario de Ibagué. Durán señaló que el clima actual es de zozobra y ansiedad, y espera que las autoridades tomen medidas inmediatas para proteger a los trabajadores del penal. “Después del asesinato del director Fernández, el panorama en la cárcel de Ibagué es de zozobra y temor. Esperamos que en las próximas horas se tomen decisiones sobre la seguridad de los uniformados”, añadió.
Hace aproximadamente siete años, un funcionario fue asesinado en la entrada de la cárcel de Ibagué, un incidente que resuena fuertemente entre el personal actual. “Nos encontramos en un establecimiento donde hay una sola salida y una sola entrada, donde fácilmente somos vulnerables y ya tenemos un antecedente donde ‘sicariaron’ a un compañero en la entrada”, recordó Durán.
Los uniformados de la cárcel de Ibagué esperan un refuerzo de protección por parte de la Policía y el Ejército Nacional, tanto en el perímetro del establecimiento como en sus desplazamientos por la ciudad. Sin embargo, hasta el momento, las decisiones sobre estas medidas de seguridad siguen siendo inciertas para los funcionarios. Durán subrayó la urgencia de estas medidas, dado el aumento de amenazas e intimidaciones. “La seguridad de nuestros funcionarios es prioritaria. Estamos pidiendo un refuerzo inmediato para garantizar que podamos llevar a cabo nuestras labores sin temor a represalias o ataques”, enfatizó el representante del sindicato.
La situación actual en la cárcel de Picaleña es un reflejo de la creciente inseguridad que enfrentan los trabajadores penitenciarios en Colombia. La muerte del coronel Fernández ha encendido las alarmas sobre la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad en todos los centros carcelarios del país.