La diputada Yully Porras advirtió que, aunque la Gobernación del Tolima ha incrementado gradualmente los aportes al Programa de Alimentación Escolar, los aumentos no compensan el alza en los costos de los alimentos y ponen en riesgo la sostenibilidad del servicio.
El Programa de Alimentación Escolar (PAE) en el Tolima enfrenta un panorama preocupante por la insuficiencia de recursos asignados. La diputada Yully Porras alertó que los incrementos realizados por la Gobernación en los últimos años no alcanzan a cubrir la inflación ni el encarecimiento de los alimentos, lo que pone en riesgo la cobertura y la calidad del servicio que reciben miles de niños y niñas en el departamento.
De acuerdo con la certificación entregada por la Secretaría de Hacienda, los recursos propios destinados al PAE han tenido la siguiente evolución: en 2022 fueron $10.875 millones; en 2023 subieron a $15.000 millones, lo que significó un incremento del 38% considerado un esfuerzo alto; en 2024 apenas aumentaron a $15.183 millones, un 1,2% adicional catalogado como un esfuerzo débil; y en 2025 pasaron a $15.973 millones, equivalente a un 5,2% de incremento, un esfuerzo moderado según la diputada.
Para Porras, el salto importante se dio en 2023, cuando los aportes crecieron de forma significativa. Sin embargo, desde 2024 los incrementos han sido mínimos, quedando muy por debajo de los niveles de inflación reportados: 13,12% en 2022, 9,28% en 2023 y 5,2% en 2024. En consecuencia, los recursos actuales no son suficientes para sostener la operación del programa.
La dirigente aseguró que esta desproporción genera un desfase que impacta directamente en la compra de alimentos y en los costos logísticos de distribución, afectando así la calidad del servicio. “Se cumple en el papel con la gradualidad, pero no con el espíritu del programa, que busca un fortalecimiento real”, enfatizó Porras.
En su análisis, la diputada señaló que la progresividad del Tolima en este tema es débil, pues el esfuerzo fiscal no ha sido suficiente para garantizar una cobertura universal ni raciones alimentarias de calidad. Según ella, esta situación es la que se refleja en las quejas constantes de los padres de familia y estudiantes, quienes reclaman un PAE digno.
La falta de recursos suficientes también puede provocar que el programa no llegue a todos los beneficiarios esperados, limitando la cobertura y dejando a miles de niños por fuera de este apoyo fundamental. Esto, advirtió Porras, debilita la confianza de la ciudadanía en las instituciones responsables de garantizar derechos básicos como la alimentación escolar.
La diputada insistió en que los incrementos presupuestales deben ser crecientes y sostenidos, no solo para cumplir con los mínimos legales, sino para responder al contexto inflacionario y al compromiso real con la niñez. “Los recursos deben crecer al ritmo de las necesidades y de la economía, de lo contrario el PAE se convierte en una promesa incumplida”, manifestó.
Porras también llamó la atención sobre la importancia de que la Gobernación priorice este programa en su política fiscal, asegurando que un PAE sólido es clave no solo para garantizar la nutrición de los estudiantes, sino también para mejorar la permanencia escolar y la calidad educativa en el Tolima.
La discusión sobre la suficiencia de recursos para el PAE seguirá en el radar político y social del departamento, en un momento en que las comunidades exigen soluciones de fondo que permitan blindar el derecho a la alimentación de la población infantil más vulnerable.