El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, señala que la crisis del sistema de salud requiere medidas urgentes, incluyendo impuestos saludables y el apoyo solidario. Sin embargo, advierte que, si el Congreso no respalda la reforma, la única opción será liquidar las EPS.
El sistema de salud en Colombia atraviesa una de sus crisis más graves. Según el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, las deudas acumuladas superan los 25 billones de pesos, lo que pone en riesgo la atención de millones de colombianos. Durante una entrevista en Caracol Radio, el funcionario explicó las medidas que el Gobierno está implementando para evitar el colapso del sistema y garantizar la continuidad de los servicios.
Dentro de las estrategias de financiamiento propuestas, el ministro destacó la implementación de impuestos saludables, que estarían destinados exclusivamente a sostener el sistema de salud. Además, planteó la reactivación del apoyo solidario a la salud, medidas que, según sus cálculos, podrían generar cerca de 6 billones de pesos el próximo año. Estos recursos serían utilizados para el pago de deudas a hospitales, clínicas y proveedores.
Jaramillo enfatizó que la liquidación de EPS, clínicas y hospitales con deudas no es la primera opción del Gobierno, ya que esto afectaría gravemente la prestación de los servicios médicos. En su lugar, la estrategia ha sido intervenir entidades como Nueva EPS, Sanitas, SOS y Famisanar, buscando estabilizarlas financieramente mientras se avanza en la reforma del sector.
El ministro también recordó que las irregularidades en las EPS no son un problema reciente. Según afirmó, desde hace más de dos décadas se han documentado casos de corrupción, como el cobro de servicios para personas fallecidas. “Encontramos que 23.410 personas murieron, pero sus EPS siguieron facturando. El sistema se ha venido agravando”, denunció Jaramillo.
A pesar del aumento en el presupuesto para la salud, que ha crecido un 27% en 2023, un 15% en 2024 y un 9% en 2025, el ministro aseguró que esto no ha sido suficiente para compensar la crisis estructural. Argumentó que, sin una reforma profunda, el sistema seguirá acumulando deudas impagables.
El Gobierno ha apostado por un modelo basado en la prevención, promoción y atención primaria, con el fin de garantizar un servicio eficiente y sostenible. Sin embargo, la implementación de estas medidas depende del respaldo del Congreso, que hasta el momento no ha definido su posición frente a la freforma.
“Hemos puesto a las EPS en cuidado intensivo para que sigan operando, pero si el Congreso no entiende la urgencia de esta reforma, la única posibilidad será liquidarlas y abrir un nuevo sistema”, advirtió Jaramillo.
La discusión sobre el futuro de la salud en Colombia sigue abierta. Mientras el Gobierno insiste en la necesidad de una transformación estructural, el Congreso deberá definir si respalda las propuestas o si se mantiene el actual modelo, con los riesgos que esto implica para la estabilidad del sistema.