El Ministerio de Vivienda otorgó viabilidad técnica al proyecto que busca fortalecer el suministro de agua potable en la capital tolimense. La inversión supera los $21.500 millones y beneficiará a miles de usuarios de las comunas Siete y Nueve.
El Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, a través del Viceministerio de Agua y Saneamiento Básico, aprobó la fase cinco del segundo acueducto de Ibagué, uno de los proyectos más esperados para garantizar un servicio de agua potable continuo y eficiente en la ciudad. La iniciativa será ejecutada por la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL).
Esta nueva etapa contempla la construcción de un sistema matriz de agua potable en el sector de El Salado, con el propósito de mejorar la cobertura y estabilidad del servicio para los habitantes de la comuna Siete, una zona que históricamente ha enfrentado dificultades en la presión y distribución del líquido.
El gerente del IBAL, Roberto Santofimio, explicó que la obra contará con una inversión estimada de $21.500 millones, y que ya cuenta con aval técnico por parte del Gobierno nacional. “Ya tenemos un aval que el proyecto está viabilizado por la parte técnica y estamos en las gestiones para conseguir la financiación”, aseguró el funcionario.
Santofimio detalló que la fase contempla la instalación de una tubería desde Ambalá hasta un nuevo tanque en el sector de Santa Ana, que permitirá conducir el suministro hasta la calle 148, ampliando así la capacidad de distribución y reduciendo los periodos de intermitencia en el servicio.
Además, el gerente anunció que ya se encuentra lista la consultoría para los estudios y diseños de un nuevo tanque de almacenamiento en la zona de Comfenalco, que beneficiará a los usuarios de la comuna Nueve. “Aquí buscamos aumentar el almacenamiento de agua y entregar garantías a los usuarios. La idea es tener a futuro 10.000 litros”, puntualizó.
El proyecto del segundo acueducto ha enfrentado múltiples desafíos técnicos y financieros, pero su avance representa un paso fundamental para mejorar la infraestructura hídrica de Ibagué, una ciudad con creciente demanda residencial e industrial.
Con esta viabilidad, el IBAL busca fortalecer su capacidad operativa y ofrecer mayor continuidad y calidad en el suministro, en línea con los objetivos del Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado que impulsa la administración local.
Finalmente, Santofimio reiteró que la meta es lograr que los ciudadanos perciban una mejora tangible en la prestación del servicio y que la capital tolimense avance hacia un sistema moderno, confiable y sostenible.











