El debate sobre la Asamblea Constituyente ha resurgido en la agenda pública después de que el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, mencionara su posible convocatoria en recientes declaraciones. Esta propuesta, inicialmente planteada por el presidente Gustavo Petro, ha generado un amplio debate sobre los métodos y alcances que implicaría.
El presidente Petro había subrayado la necesidad de una Constituyente con la frase: “Si esta posibilidad de un gobierno electo popularmente en medio de este Estado y bajo la Constitución de Colombia no puede aplicar la Constitución porque lo rodean para no aplicarla y le impiden, entonces Colombia tiene que ir a una Asamblea Nacional Constituyente”. Aunque la discusión sobre la Constituyente había perdido fuerza, las palabras de Cristo han vuelto a encender el interés público.
Tras asumir su cargo como ministro del Interior, Cristo destacó que el Gobierno abrirá un diálogo inclusivo con todos los sectores del país. “Vamos a abrir un diálogo con amigos del Gobierno y de la oposición, con las altas cortes, el Congreso, las organizaciones sociales y comunitarias, los sindicatos, los gremios y los empresarios, a ver si logramos un acuerdo nacional que eventualmente puede o no terminar en una Constituyente”, afirmó Cristo.
El ministro aclaró que este proceso de diálogo sería extenso y que, de lograrse un consenso, la Constituyente no se convocaría ni se elegiría durante el actual Gobierno. El objetivo es comenzar ahora el proceso, con vistas a culminarlo con un acuerdo nacional que refleje el consenso de todos los sectores involucrados.
El presidente Petro ha delineado nueve puntos estratégicos que serán el eje central del diálogo para la búsqueda de la Constituyente. Estos puntos incluyen la garantía inmediata al derecho universal a la educación, la salud y las pensiones; un nuevo ordenamiento territorial; el desarrollo económico y social de los territorios excluidos; la reforma agraria; la adaptación a la crisis climática; la reforma a la justicia; la reforma policial; el pacto por una economía productiva; y la verdad judicial y el perdón social para una paz definitiva.
Estos temas son prioritarios en la agenda del Gobierno. Por ejemplo, las reformas a la educación y la salud no avanzaron en el Congreso, mientras que la reforma pensional está pendiente de sanción presidencial. Además, las reformas a la justicia, la policía y la agraria son cuestiones recurrentes que buscan una transformación profunda.
Las declaraciones de Cristo han provocado diversas reacciones entre la ciudadanía y los actores políticos. Algunos sectores ven con optimismo la posibilidad de una Constituyente como un camino hacia reformas necesarias, mientras que otros expresan preocupación por los posibles cambios estructurales.
El Gobierno de Petro busca, a través de estos diálogos, construir un consenso nacional que permita avanzar en las reformas propuestas. La participación de diversos sectores será crucial para determinar el futuro de la Asamblea Constituyente y su posible convocatoria.
Las próximas semanas serán decisivas para el desarrollo de este proceso, y se espera que las discusiones en torno a los nueve puntos planteados generen un debate constructivo en busca de acuerdos que beneficien a toda la sociedad colombiana.