El hallazgo sin vida de la enfermera Diana Milena Carrero ha generado una ola de consternación en Ibagué. La profesional de la salud, madre de dos adolescentes y cabeza de familia, había sido reportada como desaparecida desde el pasado 21 de diciembre, tras una discusión con su pareja sentimental.
La Gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, expresó su rechazo ante este lamentable hecho, calificándolo como un acto inaceptable de violencia. A través de su cuenta en X, la mandataria señaló: “¡Queremos justicia! Diana Milena Carrero no puede ser una cifra fría de la estadística de violencia contra la mujer. A las autoridades les pido que actúen con prontitud para que la impunidad no sea el referente en estas festividades decembrinas”.
Desde su desaparición, familiares y amigos de Diana lideraron intensas jornadas de búsqueda, impulsadas principalmente por su hermano Wilfredo, quien enfrenta un delicado estado de salud. La comunidad unió esfuerzos con la esperanza de encontrarla con vida, pero su trágico desenlace ha dejado un vacío profundo en sus seres queridos.
Diana Milena era ampliamente conocida y respetada en su comunidad. Como enfermera, no solo dedicó su vida al cuidado de los demás, sino que también desempeñó un papel crucial como madre y líder en su entorno. Su partida ha generado un fuerte impacto emocional entre quienes la conocieron.
Las autoridades locales han iniciado una investigación para esclarecer los hechos que llevaron a su desaparición y posterior fallecimiento. Aunque aún no se han divulgado detalles oficiales sobre las causas de su muerte, la ciudadanía exige que se actúe con celeridad y transparencia.
La gobernadora Matiz enfatizó la necesidad de combatir la violencia de género y urgió a las instituciones judiciales a priorizar este caso. En su mensaje, destacó que actos como estos no deben quedar impunes, especialmente durante una temporada que debería estar marcada por la unión y la paz.
Mientras tanto, en los barrios y calles de Ibagué, se respira un ambiente de indignación y tristeza. Vecinos, colegas y amigos de Diana han realizado vigilias y encuentros comunitarios para recordarla y exigir respuestas.
Este caso no solo pone de relieve el doloroso impacto de la violencia contra la mujer, sino que también abre un llamado urgente a la reflexión y acción colectiva para garantizar que situaciones similares no se repitan en la región.