En una decisión sin precedentes, los hospitales Federico Lleras Acosta, San Rafael del Espinal, Reina Sofía de Lérida, San Juan de Dios de Honda y Nueva Candelaria de Purificación en el departamento de Tolima han suspendido los servicios a los usuarios de la EPS Pijao Salud debido a una deuda acumulada de 34 mil millones de pesos. La medida afecta a 68 mil afiliados, quienes solo recibirán atención de urgencias vitales.
La Secretaria de Salud del Tolima, Katherine Rengifo, respaldó la decisión de los hospitales y expresó su preocupación por la crítica situación financiera de estos centros de salud. “Hoy, como Red Pública, debemos levantar la mano y decir que la deuda es insostenible”, afirmó Rengifo. “Solo al Federico Lleras le deben 25 mil millones de pesos”. La falta de un acuerdo viable en las negociaciones con la EPS ha llevado a esta medida extrema.
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Rengifo hizo un llamado a los directivos de Pijao Salud para establecer una mesa de trabajo seria y llegar a acuerdos de pago. Además, solicitó a la EPS que informe sobre el plan de contingencia para garantizar la atención de los 68 mil afiliados en la Red Privada del departamento.
En un comunicado conjunto, las gerentes de los hospitales Federico Lleras y San Juan Bautista de Chaparral, Martha Palacios y Sara Campos, anunciaron que también cerrarán los servicios a los usuarios de Asmet Salud EPS debido a la falta de pago. “La EPS Asmet Salud adeuda al Hospital Federico Lleras 21 mil millones de pesos y Pijao 25 mil millones de pesos. En los últimos 12 meses no hemos recibido los recursos correspondientes al giro directo, lo que nos ha llevado a tomar esta decisión”, explicó Palacios.
Esta situación ha generado preocupación entre los 68 mil afiliados de Pijao Salud en Tolima, quienes ahora solo recibirán atención de urgencias vitales en los hospitales afectados. La comunidad ha expresado su inquietud y ha solicitado soluciones rápidas y efectivas para evitar una crisis mayor en el sistema de salud regional.
La situación pone de relieve la urgente necesidad de revisar y mejorar los mecanismos de financiación y pago en el sistema de salud colombiano. Las autoridades sanitarias han reiterado su compromiso de trabajar para resolver este conflicto y asegurar que los servicios de salud no se vean comprometidos en el futuro.
El impacto de esta decisión resuena en toda la región, y la presión sobre los directivos de la EPS Pijao Salud y las autoridades nacionales para encontrar una solución sostenible es cada vez mayor. La atención a los pacientes y la estabilidad financiera de los hospitales siguen siendo prioridades fundamentales para todos los involucrados.