Centenares de ciudadanos se congregaron desde tempranas horas en el centro de Ibagué para recibir al mandatario y escuchar su alocución, en medio de un ambiente de expectativa y organización popular.
En una cafetería cercana al Parque Murillo Toro, un grupo de ciudadanos comentaba: “ese Petro es un fenómeno que nunca antes se había visto en Colombia”. La frase refleja el ambiente que se vive este viernes 3 de octubre en el corazón de Ibagué, donde centenares de personas se han dado cita para escuchar al presidente Gustavo Petro.
Desde las primeras horas de la mañana comenzaron a llegar asistentes de distintos barrios de la capital musical, así como delegaciones de municipios cercanos, que con pancartas, banderas y camisetas alusivas al Gobierno del Cambio, llenaron de colorido y expectativa el centro de la ciudad.
La Plaza Manuel Murillo Toro, tradicional epicentro de la vida política y social del Tolima, se convirtió en un punto de encuentro ciudadano, en el que convergen campesinos, trabajadores, líderes sociales, estudiantes y familias que esperan con entusiasmo la intervención del mandatario.
La seguridad en la zona fue reforzada con la presencia de la Policía Metropolitana, unidades de tránsito y personal de logística, quienes acompañan la organización del evento para garantizar el orden y la movilidad en el centro histórico de la ciudad.
En medio de cantos, arengas y expresiones de apoyo, la ciudadanía resaltó la importancia de la visita presidencial como una oportunidad para que Ibagué y el Tolima hagan parte activa de las reformas y propuestas sociales que impulsa el Gobierno nacional.
Algunos líderes comunitarios señalaron que la expectativa está centrada en los anuncios que pueda hacer Petro sobre salud, educación, economía popular y construcción de paz, temas que tocan de manera directa la vida de las comunidades locales.
El ambiente festivo también se mezcla con la esperanza de quienes ven en el presidente una figura transformadora. Para muchos de los presentes, el solo hecho de que un mandatario llegue a la plaza pública a dialogar con el pueblo es un símbolo de cercanía y de democracia viva.
Con la llegada del jefe de Estado, la plaza alcanzó su mayor concentración. La voz de Petro se esperaba como cierre de una jornada en la que la ciudadanía reafirmó su compromiso con los cambios sociales y la dignidad de un país que busca nuevas rutas de justicia y equidad.