Nuevos sobrevuelos del Comando Aéreo de Combate No. 4 revelaron la magnitud del deslizamiento ocurrido en el cerro Pitayó, en Villahermosa, Tolima, una emergencia que dejó una víctima mortal y daños estructurales en viviendas de la zona. Las autoridades mantienen vigilancia permanente ante el riesgo de represamiento y piden a la comunidad seguir estrictamente las recomendaciones de los organismos de gestión del riesgo.
Las imágenes captadas desde el aire por helicópteros de la Fuerza Aérea Colombiana permiten dimensionar el impacto del deslizamiento ocurrido en el cerro Pitayó, jurisdicción de Villahermosa. Durante dos días consecutivos, tripulaciones del Comando Aéreo de Combate No. 4 realizaron misiones de vigilancia y reconocimiento sobre el área afectada. La emergencia también ha tenido repercusiones en el municipio del Líbano debido a la afectación de la quebrada Guayabal. Los sobrevuelos fueron fundamentales para obtener información precisa del terreno. La situación mantiene en alerta a las autoridades locales y nacionales.
El movimiento en masa dejó como saldo la muerte de una persona y daños considerables en viviendas ubicadas cerca de la quebrada. Las estructuras quedaron comprometidas debido a la fuerza del material que descendió desde la parte alta de la montaña. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres coordina acciones con organismos de emergencia para atender de manera prioritaria a los habitantes afectados. La evaluación técnica del terreno continúa sin interrupciones. La protección de la comunidad es la principal prioridad.
Durante los recorridos aéreos, los equipos lograron ubicar el punto exacto donde se originó el deslizamiento. Se trata de una franja inestable desde la cual se desprendió una masa significativa de lodo, rocas y sedimentos. Este material avanzó pendiente abajo siguiendo el cauce natural de la quebrada más cercana. Las imágenes muestran la magnitud del desprendimiento y la fuerza con la que se desplazó. La información recopilada permitirá orientar las labores de estabilización.
A lo largo del trayecto del alud se observaron amplias zonas cubiertas completamente por tierra y sedimentos. Aunque no se identificaron nuevos desprendimientos en el sector inmediato, las autoridades mantienen especial atención sobre el comportamiento de la montaña. En una parte más baja del recorrido se detectó la retención de agua, lodo y piedras acumuladas entre los árboles. Esta situación podría generar represamientos peligrosos. El monitoreo continuará durante las próximas horas.
El riesgo de represamiento preocupa a los organismos de emergencia debido a la posibilidad de una avenida torrencial. La acumulación de material orgánico y lodo puede impedir el flujo natural del agua, lo que incrementa el nivel de amenaza. Las autoridades recomiendan mantenerse alejados del cauce y evitar transitar por zonas inestables. El llamado se hace especialmente para habitantes rurales que dependen de caminos veredales cercanos. La prevención es fundamental en esta etapa de la emergencia.
Los habitantes del sector han expresado su preocupación por el cambio en el comportamiento de las corrientes de agua. Algunos caminos quedaron cubiertos por material que dificulta la movilidad. Los organismos de socorro trabajan en garantizar acceso seguro para la evaluación de las familias afectadas. La comunidad ha colaborado atendiendo las recomendaciones oficiales. Evitar exponerse a nuevos riesgos es esencial mientras avanzan las labores técnicas.
La intervención interinstitucional incluye la presencia de unidades especializadas en geología, búsqueda y rescate. Estas brigadas trabajan en conjunto para determinar la estabilidad del terreno y tomar decisiones sobre posibles evacuaciones preventivas. La coordinación entre autoridades locales, departamentales y nacionales ha permitido agilizar las acciones. La prioridad es establecer rutas seguras para los habitantes. Las próximas horas serán clave para definir nuevas medidas.
Las autoridades reiteraron su llamado a mantener la calma y acatar las instrucciones de los organismos de gestión del riesgo. Se recomienda evacuar oportunamente las zonas de amenaza, mantenerse informados a través de canales oficiales y evitar la difusión de información no verificada. La emergencia continúa siendo atendida con presencia permanente de entidades en el territorio. La vigilancia aérea y terrestre seguirá activa. El objetivo es reducir al máximo los impactos de este evento natural.









