Mientras el Cuerpo Oficial de Bomberos de Ibagué controló un incendio que consumió 700 metros de pasto en Nueva Castilla, la emergencia en el cerro de Gualanday, corregimiento de Coello, continúa fuera de control, generando alarma por su impacto ambiental y la falta de respuesta efectiva de las autoridades.
Un incendio forestal registrado en el barrio Nueva Castilla, comuna 8 de Ibagué, fue controlado oportunamente por el Cuerpo Oficial de Bomberos. La emergencia, que dejó como saldo la pérdida de aproximadamente 700 metros cuadrados de pasto seco, fue contenida gracias a la rápida reacción del equipo liderado por Jean Pineda.
“El equipo acudió de inmediato y logró controlar las llamas de forma efectiva. Afortunadamente, no hubo personas lesionadas”, informó Pineda, director de la institución. Vecinos del sector expresaron su alivio, aunque también su preocupación por la frecuencia de este tipo de emergencias en temporada seca.
Las autoridades reiteraron el llamado a la ciudadanía a reportar cualquier conato de incendio a las líneas de emergencia 119 o 123, recordando que estas están habilitadas 24/7 para responder a situaciones que amenacen la seguridad y el entorno natural.
Sin embargo, la situación es completamente distinta en el cerro de Gualanday, en el municipio de Coello, donde un incendio forestal de gran magnitud lleva horas sin ser controlado. Las llamas han consumido amplias zonas de vegetación nativa, generando un panorama desolador y alarmante.
“El incendio empezó ayer y aún sigue activo. Eso se ve desde la variante, ha arrasado gran parte del cerro y las llamas alcanzan a alumbrar el cielo”, reportó un habitante de la zona, quien también expresó preocupación por la aparente falta de acción de las autoridades.
El alcalde de Coello, Santiago Herrera, apenas confirmó en la mañana de este sábado que se desplazaba hacia la zona para verificar la emergencia. Aún no hay presencia activa de organismos de socorro como la Defensa Civil o el Ejército Nacional.
La comunidad de Gualanday exige una intervención urgente para contener las llamas, debido al alto valor ecológico del área afectada, que incluye una importante reserva hídrica y el hábitat de especies como monos, venados y aves silvestres.
Las imágenes difundidas por los vecinos reflejan la gravedad del desastre: colinas envueltas en fuego, columnas de humo denso y una vegetación convertida en cenizas. Organizaciones ambientales alertan sobre las consecuencias irreversibles si no se actúa de inmediato.