La alcaldesa Johana Aranda supervisó los avances y retrasos del proyecto, destacando la recuperación vial y la intervención estructural necesaria tras daños causados por terceros y fallas en el drenaje antiguo.
La alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, realizó un recorrido de inspección en el Parque Centenario junto al secretario de Infraestructura, Marco Mateus Saavedra, para verificar el estado real de las obras. Durante la jornada, la mandataria constató que el avance más relevante hasta la fecha es la recuperación de 1.000 m² de capa asfáltica en la vía perimetral. Este tramo conecta estratégicamente el puente de la zona tres con la zona dos, extendiéndose hasta la entrada de la calle 10. A pesar de este progreso, el circuito de la vía perimetral aún no se encuentra completado en su totalidad para el uso público. El recorrido buscó dar respuesta a la expectativa ciudadana que teme que la intervención icónica quede inconclusa.
[Image: Una infografía técnica que muestra el diseño del nuevo sistema de drenaje pluvial del Parque Centenario, ilustrando cómo los cárcamos perimetrales recolectan el agua para evitar inundaciones en la concha acústica.]
Uno de los puntos críticos abordados durante la supervisión fue el estado de la concha acústica, considerada el elemento arquitectónico más valioso del parque. Al ser patrimonio cultural, la cubierta original no será modificada, respetando su diseño histórico, pero sí se adelantan labores de restauración. Las cuadrillas trabajan actualmente en la limpieza, reforzamiento y recuperación integral de la tarima principal y las graderías para los asistentes. Saavedra explicó que estas actividades buscan devolverle el esplendor a esta estructura sin alterar sus rasgos patrimoniales esenciales. La concha acústica se mantiene como el eje central de la renovación para eventos culturales futuros.
[Image: Una fotografía de las vigas estructurales bajo la calle 10, señalando con flechas rojas las áreas donde el concreto fue demolido para extraer acero, junto a una imagen de las labores de reparación actuales.]
En el aspecto técnico, el proyecto ha enfrentado serios inconvenientes estructurales imprevistos, especialmente en el sector de la calle 10. Las inspecciones revelaron que habitantes de calle demolieron parte del concreto para extraer el acero de refuerzo de vigas y columnas. Esta situación vandálica comprometió la estabilidad de la zona, obligando a una intervención estructural de emergencia por seguridad. Por otro lado, factores climáticos y el hallazgo de infraestructura antigua no contemplada en los planos originales han dificultado el cronograma. Estos retos estructurales han sido los principales responsables de que la ejecución no avance al ritmo esperado inicialmente.
[Image: Un diagrama comparativo que muestra la tubería antigua de drenaje obstruida frente al nuevo sistema de cárcamos del IBAL, resaltando la conexión directa a la red de alcantarillado municipal.]
La deficiencia en el sistema de drenaje antiguo fue otro de los “culpables” identificados tras los retrasos en la obra. Las tuberías existentes no cumplían con los requerimientos técnicos modernos, provocando inundaciones constantes que deterioraban la base del parque. Ante esta problemática, el IBAL intervino instalando un sistema de manejo de aguas lluvias basado en cárcamos perimetrales. Este nuevo sistema está conectado directamente a la red de alcantarillado para evacuar el agua de forma eficiente. Con esta mejora técnica, se busca proteger zonas sensibles como la concha acústica de daños por humedad.
El secretario Marco Saavedra advirtió que la seguridad de la infraestructura fue la prioridad al momento de detectar los daños bajo la calle 10. La reparación de las vigas y columnas afectadas por la extracción de acero fue una labor técnica adicional y no prevista. Estos frentes de obra continúan en desarrollo paralelo a la pavimentación de la vía perimetral del parque. El equipo técnico, contratistas e interventoría analizan diariamente las condiciones del terreno para evitar nuevos contratiempos en la zona interna. La complejidad de rehabilitar un espacio con infraestructura antigua ha requerido ajustes constantes en la planeación.
Finalmente, la comunidad de Ibagué permanece atenta a la definición de una fecha de entrega final para este icónico punto de encuentro. La administración municipal reafirmó su compromiso de no dejar la obra a medias y asegurar que cumpla con todos los estándares técnicos. La supervisión personal de la alcaldesa Aranda pretendía despejar las dudas crecientes sobre la parálisis del proyecto. Por ahora, los frentes de obra se mantienen activos para completar el circuito vial y las áreas comunes. El Parque Centenario se encamina a una reapertura que prioriza tanto su valor histórico como su estabilidad estructural definitiva.
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