En una jornada histórica para Colombia, la abogada Iris Marín ha sido elegida como la primera mujer en ocupar el cargo de defensora del Pueblo. La votación se llevó a cabo durante la sesión plenaria de la Cámara de Representantes, que comenzó a las 9:28 de la mañana tras ser citada inicialmente para las 8:00 a.m. La elección, en la que participaron 186 representantes, concluyó con una amplia mayoría de 170 votos a favor de Marín, superando a Dora Lucy Arias con 6 votos y a Jomari Ortegón con 10 votos.
El representante Alejandro Martínez Sánchez expresó su satisfacción por el respaldo mayoritario a Marín, destacando la importancia de este nombramiento. “Hoy hemos elegido con amplias mayorías a Iris Marín como la nueva defensora del Pueblo, la primera mujer en asumir este cargo. ¡Felicitaciones y muchos éxitos!”, manifestó Martínez durante la sesión.
Iris Marín es ampliamente reconocida por su trayectoria en la defensa de los derechos humanos en Colombia. Su elección no solo marca un hito en la inclusión de las mujeres en altos cargos públicos, sino que también representa un avance significativo en la lucha por la equidad y la justicia en el país. Marín asume el cargo con el firme compromiso de fortalecer la protección de los derechos de todos los colombianos, especialmente de las comunidades más vulnerables.
El desafío que enfrenta Marín es considerable. En primer lugar, deberá enfocar sus esfuerzos en fortalecer la presencia territorial de la Defensoría del Pueblo, asegurando que los derechos humanos sean protegidos en todas las regiones del país, especialmente en aquellas afectadas por el conflicto armado y la violencia. La consolidación de la acción territorial será clave para mejorar la cobertura y efectividad de la entidad.
Otro aspecto crucial de su gestión será el enfoque de género y diversidad. Marín tendrá la tarea de abordar la creciente problemática del feminicidio y la violencia de género, así como de aumentar la atención y protección hacia las mujeres y las personas con orientaciones sexuales diversas. Su enfoque inclusivo será esencial para avanzar en la protección de los derechos de estos grupos vulnerables.
Además, la nueva defensora del Pueblo deberá enfrentar los desafíos derivados del desplazamiento forzado y la migración, asegurando la protección de los derechos de estas poblaciones en situación de riesgo. La lucha contra la corrupción también será una prioridad en su administración, con el objetivo de recuperar la confianza en la Defensoría del Pueblo mediante la promoción de la transparencia en todas sus acciones.