El futbolista colombiano destina más de 2 millones de dólares a una planta de trillado de café en Ibagué. El proyecto, liderado por Tribox Colombia, busca industrializar el grano y fortalecer a pequeños y medianos productores del departamento.
El astro del fútbol colombiano James Rodríguez sorprendió al país con una jugada fuera de las canchas: una inversión que supera los 2 millones de dólares en una moderna planta de café en Ibagué. El proyecto tiene como objetivo transformar el rol del Tolima dentro de la cadena productiva del café, apostando por la industrialización local del grano.
Ubicada en el Parque Industrial Chapetón, la planta de trillado cuenta con tecnología de punta y funciona con energías renovables. Detrás de la iniciativa está Tribox Colombia, una empresa con raíces tolimenses en la que participa la familia materna del futbolista, y que tiene como misión principal fortalecer a pequeños y medianos caficultores.
“El propósito es que los productores no tengan que trasladarse a otras regiones para procesar su café. Con esta planta, tendrán la oportunidad de mantener la calidad de su grano sin salir del Tolima”, explicó Mario Rubio, tío de James y vocero del proyecto. La planta busca resolver una de las principales barreras logísticas para los caficultores: la falta de infraestructura local para la trilla.
Pero el proyecto va más allá. La segunda fase contempla la creación de una planta de tostión y empaque, lo que permitiría que los productores puedan comercializar su café como producto terminado, con marca propia. La meta es pasar de ser simples proveedores de materia prima a convertirse en actores de valor agregado dentro del mercado nacional e internacional.
La inversión total proyectada alcanza los 3 millones de dólares, y se espera que la iniciativa dinamice la economía del departamento. Esta no es la primera incursión empresarial de James en el sector cafetero: su marca “Dos Molinos” ya cuenta con 12 tiendas en Colombia y ha generado más de 50 empleos directos.
Durante la inauguración de la planta, que reunió a empresarios, representantes del gremio cafetero y autoridades regionales, la gobernadora del Tolima, Adriana Matiz, calificó el proyecto como una “señal de confianza en el departamento”. Además, resaltó el impacto que podría tener en las más de 60.000 familias que dependen del café en la región.
La apuesta de James Rodríguez evidencia una tendencia creciente entre figuras públicas colombianas que invierten en sectores estratégicos para el desarrollo regional. En este caso, su capital no solo fortalece una industria tradicional, sino que también impulsa la innovación, el emprendimiento local y el empoderamiento del productor.
Con esta jugada, James no solo reafirma su compromiso con Colombia, sino que también redefine la relación entre el deporte, la inversión privada y el desarrollo territorial. Para el Tolima, el café ya no solo representa tradición: es una plataforma para transformar su economía y posicionarse como epicentro de café de especialidad.