Los hechos que condujeron a su muerte ocurrieron en la madrugada del 26 de octubre de 2014, en el Rancho San Miguel, ubicado en la vía al Aeropuerto Perales. Según los informes, Juan Bernardo ingresó al baño de mujeres, donde se encontraban unas amigas de César Alejandro Troncoso Camacho y su primo Mario Alejandro Troncoso Troncoso, lo cual desencadenó una pelea.
Troncoso Camacho, acompañado por otro individuo y su primo, golpearon brutalmente a Juan Bernardo. El primero lo agredió con un palo de escoba, mientras que su pariente le golpeó en la cabeza con un ladrillo. Como resultado de los fuertes golpes, el joven chef fue ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la clínica Los Nogales, quedando en estado vegetativo desde entonces. Juan Bernardo tenía 24 años en el momento de los hechos.
Dos personas fueron procesadas en relación con este caso. César Alejandro Troncoso Camacho fue condenado a 84 meses de prisión (siete años) por el delito de lesiones personales con deformidad permanente. Sin embargo, se le concedió la detención domiciliaria debido a la rebaja de la condena y al pago de una indemnización de 100 millones de pesos. Por su parte, Mario Alejandro Troncoso Troncoso, primo de César Alejandro, fue sentenciado a tres años, 11 meses y cuatro días de prisión.
A pesar del tiempo transcurrido, los allegados de Juan Bernardo aún mantienen la esperanza de justicia, ya que Mario Alejandro Troncoso sigue prófugo y se mantiene activa la imagen de “se busca”. Su captura es fundamental para cerrar este doloroso capítulo y llevar a cabo el debido proceso legal.
La trágica historia de Juan Bernardo ha conmovido a la comunidad ibaguereña y ha puesto de manifiesto la importancia de promover la no violencia y el respeto hacia los demás. Este caso también genera un llamado a las autoridades para fortalecer la lucha contra la impunidad y garantizar la seguridad y protección de los ciudadanos.
La partida de Juan Bernardo deja un profundo vacío en sus seres queridos y en la sociedad en general. Su historia es un recordatorio de la necesidad de erradicar la violencia y construir una sociedad más justa y equitativa, donde se respeten los derechos de todas las personas.