El colectivo Alquimia presenta una serie audiovisual de siete capítulos basada en historias reales del conflicto armado en Colombia, recogidas del informe de la Comisión de la Verdad. La muestra estará abierta hasta el 30 de mayo en el Museo Panóptico de Ibagué como parte de una agenda conmemorativa por la paz.
La memoria del conflicto armado colombiano sigue viva en las voces de las víctimas, y ahora también, en los lenguajes del arte. La serie La Guerra de las Gallinas, creada por el colectivo Alquimia, es una propuesta audiovisual que transforma testimonios del informe de la Comisión de la Verdad en relatos filmados con enfoque humano, ético y reparador. Esta obra, compuesta por siete capítulos, se exhibe actualmente en el Museo Panóptico de Ibagué hasta el 30 de mayo, como parte de una agenda conmemorativa por el Día de las Víctimas y la construcción de paz en Colombia.
Cenuver Giraldo, integrante de la Corporación Alquimia, compartió con LAOTRAVERDAD.CO los detalles detrás del proyecto. Explicó que el nombre de la serie se inspira en un episodio ocurrido en 1989 en la vereda Cañón de las Hermosas, en Chaparral, donde un desplazamiento masivo obligó a las familias a abandonar sus tierras. “Se recuerda como la guerra de las gallinas porque las personas, al huir, dejaron sus aves atrás, y muchas de ellas sobrevivieron o se convirtieron en alimento. Es una metáfora viva del abandono, el retorno y la subsistencia en medio del horror”, señaló.
El proyecto seleccionó siete historias entre las más de 300 contenidas en el libro testimonial de la Comisión de la Verdad, con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Más de 30 artistas, actores y actrices de Ibagué y el Huila participaron en la producción de los capítulos, que logran plasmar con fuerza las contradicciones humanas que dejó el conflicto: desde los crímenes de Estado, hasta las decisiones de menores que terminaron en las filas guerrilleras.
Giraldo afirma que el objetivo principal de la serie es aportar a la comprensión del conflicto desde la empatía. “Queremos que la ciudadanía se cuestione, entienda lo que ocurrió, por qué ocurrió, y cómo esas historias aún tienen impacto. En estas narrativas hay humanidad tanto en las víctimas como en los responsables. Solo así podemos empezar a sanar”, aseguró. Las producciones no solo retratan el pasado, sino que invitan al debate y a la reflexión colectiva sobre lo que significa la paz.
La serie ha sido reconocida como selección oficial en festivales como Smart Film, Cine Excusa de Neiva, el Festival de Cine Diverso de Barranquilla y la Muestra de Teatro en Chaparral. Además, está postulada al Festival Bimbo de Cine Documental en Bogotá y al Festival Internacional de Cine en Guadalajara, México. Esta circulación evidencia el interés nacional e internacional por las propuestas de memoria hechas desde los territorios.
Además de la exposición audiovisual, el Museo Panóptico de Ibagué acoge otras muestras relacionadas con la paz y la reconciliación. Entre ellas, Miradas, una serie fotográfica realizada por firmantes del Acuerdo de Paz, y una exposición itinerante de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que llegará el próximo viernes 25 de mayo. “Queremos que los visitantes se conmuevan, se conflictúen, y sobre todo, se comprometan con la verdad”, invitó Giraldo.
En el marco de la exposición, Alquimia también ha realizado proyecciones itinerantes en municipios afectados por la guerra como Chaparral, Ataco y Rioblanco, y en ciudades como Bogotá y Neiva. Estas funciones se convierten en escenarios de diálogo entre víctimas, jóvenes y líderes sociales que hoy construyen paz desde sus territorios. La apuesta es clara: llevar el arte a las comunidades como herramienta de sanación y resistencia.
Recientemente, el colectivo fue ganador de la convocatoria Visibles de la Unidad para las Víctimas, que promueve iniciativas artísticas lideradas por personas afectadas por el conflicto. Este reconocimiento no solo refuerza su labor, sino que respalda la importancia del arte como medio para preservar la memoria histórica en Colombia. “Contar estas historias también es un acto de dignidad”, puntualizó Giraldo.
El trabajo de Alquimia refleja una forma distinta de contar el conflicto: con sensibilidad, con rostros, con nombres, y con las cicatrices que aún persisten. La serie no busca culpables, sino comprensión. “Queremos que quien vea la serie se lleve más preguntas que respuestas, porque eso es lo que abre el camino a la verdad”, expresó Giraldo. En cada escena hay una invitación a repensar el país desde la compasión y la justicia.
La Guerra de las Gallinas estará abierta al público hasta el 30 de mayo en el Museo Panóptico de Ibagué, como parte de la programación 16 días por la Paz. Las y los visitantes podrán acceder a los capítulos en un recorrido que conjuga arte, historia y pedagogía. Desde la memoria viva de las víctimas, esta serie propone no olvidar y avanzar: mirar el pasado de frente para construir un futuro distinto.