Los presidentes de Brasil y Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro, celebran éxitos en la reducción de la deforestación en sus respectivos países, marcando hitos notables en la protección de la Amazonia. Sin embargo, sus perspectivas divergen significativamente en cuanto a la transición energética y el manejo de los combustibles fósiles, generando debates en la esfera política y medioambiental.
A mediados del año pasado, el Ministerio de Ambiente de Colombia anunció una reducción del 29% en la deforestación a nivel nacional en 2022, la cifra más baja desde 2013. En Brasil, la deforestación en la Amazonia cayó un 22.3% entre agosto de 2022 y julio de 2023, revirtiendo la tendencia preocupante de años anteriores.
Sin embargo, las diferencias se hicieron evidentes durante la Cumbre Amazónica de 2023 y la COP28. Lula anunció la incorporación de Brasil como observador en la OPEP, mientras que Petro abogaba por un tratado internacional de no proliferación de combustibles fósiles. A pesar de esta inclusión, Brasil subastó más de 602 lotes para la explotación de petróleo y gas, y Lula ha expresado intenciones de aumentar significativamente la producción de petróleo y gas hasta 2032.
Expertos señalan que la posición de Lula refleja una perspectiva anticuada sobre el petróleo, a pesar de unirse a la OPEP+ como observador. Mientras tanto, Petro ha mantenido un discurso sólido sobre la necesidad de abandonar los combustibles fósiles y lideró la firma de un llamado internacional para detener su proliferación.
En Colombia, Petro ha enfrentado retos en la implementación de políticas concretas para la transición energética. Aunque ha avanzado en la limitación de subsidios a los combustibles fósiles y la intención de abandonar las centrales de carbón, todavía hay desafíos en la aceleración de las energías renovables y la falta de una política clara para la electrificación.
Giovanni Pabón, director del Área de Energía en el centro de pensamiento Transforma, destaca que el discurso de Petro ha posicionado a Colombia en el centro del interés mundial. Sin embargo, subraya la necesidad de aclarar la transición energética y enfrentar el reto de diversificar Ecopetrol, la estatal petrolera colombiana, hacia las renovables.