Ante la alarmante ola de homicidios que sacudió a Ibagué la semana pasada, la alcaldesa Johana Aranda ordenó la militarización de la ciudad. En solo siete días, se registraron siete homicidios, lo que llevó a la mandataria a pedir la intervención del Ejército Nacional en los puntos críticos de la ciudad para contener la escalada de violencia. La decisión fue anunciada tras un Consejo de Seguridad Extraordinario celebrado el lunes 10 de junio. Durante este encuentro, las autoridades locales realizaron un análisis detallado de los recientes homicidios y concluyeron que la presencia de fuerzas especiales de la Policía y el Ejército es necesaria para restaurar la seguridad en las zonas más afectadas.
“Luego de realizar un análisis de los homicidios ocurridos en la ciudad los últimos días, hemos decidido que tanto la Policía como el Ejército hagan presencia con sus fuerzas especiales en las zonas de mayor afectación”, indicó Aranda, subrayando la gravedad de la situación.
Un dato revelador aportado por la alcaldesa es que todas las víctimas tenían antecedentes judiciales por delitos como hurto, microtráfico y lesiones personales. Este patrón sugiere que los homicidios podrían estar relacionados con ajustes de cuentas entre bandas delincuenciales, lo que ha intensificado la sensación de inseguridad en la ciudad. En respuesta a esta crisis, el Consejo de Seguridad decidió articular esfuerzos con las autoridades judiciales, incluyendo la Sijin, la Seccional de Inteligencia Policial y el Gaula, con el objetivo de profundizar en las investigaciones y combatir de manera efectiva los delitos que azotan a Ibagué.
“En la operatividad, se fortalecerán las visitas de control en los barrios con mayor afectación delincuencial, con unidades de Fuerzas Especiales Urbanas y unidades motorizadas del Ejército”, puntualizó Aranda. Estas medidas buscan disuadir a los delincuentes y devolver la tranquilidad a los ciudadanos.
Además de la intervención militar, se publicará un cartel con los delincuentes más buscados y se ofrecerán recompensas a quienes proporcionen información que conduzca a la captura de los responsables de los homicidios. Esta estrategia busca incentivar la colaboración ciudadana en la lucha contra el crimen.
Las autoridades también han recomendado a la población estar atenta y reportar cualquier actividad sospechosa a las líneas de emergencia, con el fin de prevenir más actos de violencia y contribuir a la seguridad de sus comunidades. La militarización de Ibagué es una medida excepcional que refleja la gravedad de la situación de seguridad en la ciudad. La administración de Aranda espera que con estas acciones se logre contener la violencia y restaurar la paz en los barrios más afectados por la guerra entre bandas delincuenciales.