La implementación de un pico y placa en la vía Murillo-Manizales, ordenado para preservar el Parque Nacional Natural Los Nevados, ha desatado una crisis económica en Murillo, uno de los municipios que más depende del turismo en el norte del Tolima. Comerciantes, hoteleros y empresarios del sector denuncian que la medida ha reducido en un 70 % el flujo de visitantes en una de las temporadas más importantes del año.
Según Edilberto Rodríguez, vocero de los comerciantes, desde octubre las ganancias han disminuido drásticamente. “El turismo desordenado afectaba el parque, pero la restricción vehicular ahora afecta nuestras vidas. Cerca de 400 familias que dependen del turismo están en riesgo, tras invertir en infraestructura como hostales, restaurantes y negocios de recreación”, afirmó.
En Murillo, donde funcionan al menos 45 hostales y hoteles, las calles desoladas reflejan la magnitud del problema. Muchos turistas provenientes de Bogotá, Medellín, Pereira y Cali han desistido de visitar la zona debido a las limitaciones para movilizarse los fines de semana y festivos.
Adriana Magali Matiz, gobernadora del Tolima, aseguró que está trabajando en alternativas para equilibrar la protección ambiental con la reactivación económica. En una reunión con hoteleros y comerciantes en Ibagué, Matiz propuso excepciones al pico y placa para quienes presenten reservas en hoteles o peajes pagados. Además, planteó campañas de educación ambiental lideradas por guías turísticos en la zona.
“No es fácil encontrar un balance, pero debemos garantizar tanto la conservación del parque como la estabilidad económica de las comunidades”, explicó la mandataria.
Los comerciantes han manifestado su compromiso con la protección del ecosistema. “Nosotros mismos cuidaremos los frailejones, el agua y las montañas. Solo necesitamos que los turistas puedan llegar”, aseguró Laura María Hernández, dueña de una panadería en Murillo.
Por su parte, Breiner Sanabria, guía turístico, destacó que Murillo sigue siendo un destino privilegiado para quienes buscan descanso en contacto con la naturaleza. “Es un lugar único, pero si no encontramos soluciones pronto, los efectos serán devastadores para toda la región”, advirtió.
Entre las acciones inmediatas anunciadas por la Gobernación, destacan la suspensión del pico y placa el 25 de diciembre y el 1 de enero, fechas clave para la temporada alta. Además, se evalúa la posibilidad de modificar la resolución para permitir el acceso controlado a vehículos con pasajeros que cuenten con reservas.
La comunidad confía en que las autoridades implementen estas medidas a tiempo, evitando que la crisis económica se profundice en Murillo, una población que históricamente ha sido punto de entrada al Nevado del Ruiz y que ahora enfrenta su mayor reto.