Desde el 14 de febrero, tras un operativo del ESMAD, el relleno sanitario de Natagaima ha recibido más de 1.260 toneladas de basura. Comunidades indígenas y campesinas mantienen su lucha por el cierre del sitio y la anulación del contrato firmado por 30 años.
Las comunidades indígenas y campesinas de Natagaima continúan su lucha contra el relleno sanitario Pacandé, exigiendo su cierre definitivo y la terminación del contrato 028 de 2023, firmado por la Empresa de Servicios Públicos de Natagaima (ESPUNAT) y el consorcio Soluciones Ambientales para Natagaima. Este acuerdo, con una duración de 30 años, permite la recepción de residuos de 13 municipios, una decisión que los habitantes rechazan rotundamente.
El pasado 14 de febrero, un operativo del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) desalojó a las comunidades que protestaban pacíficamente en los accesos al relleno. Desde esa fecha, el sitio ha recibido alrededor de 1.260 toneladas de desechos, a un ritmo de 84 toneladas diarias, según cifras del consorcio operador. Sin embargo, los habitantes aseguran que la cantidad real podría ser aún mayor.
Los manifestantes argumentan que la operación del relleno ha generado contaminación, proliferación de vectores y afectaciones a fuentes hídricas cercanas, lo que deteriora la calidad de vida de la población. Además, denuncian que la decisión de ampliar la capacidad del relleno y recibir basuras de otros municipios se tomó sin consulta previa ni una evaluación de impacto ambiental adecuada.
Desde noviembre de 2023, las comunidades han adelantado bloqueos y manifestaciones en contra del relleno sanitario, exigiendo respuestas de la administración municipal. No obstante, la intervención de la fuerza pública y la reactivación de las operaciones han intensificado el descontento social, lo que mantiene el conflicto latente.
La Procuraduría General de la Nación ha abierto una investigación contra la alcaldesa de Natagaima por presuntas irregularidades en la gestión del relleno sanitario Pacandé. La entidad busca esclarecer si la mandataria ha actuado como mediadora para resolver la problemática o si ha favorecido los intereses del consorcio encargado de la operación del sitio.
Mientras tanto, la veeduría y las comunidades continúan su lucha para lograr el cierre y traslado del relleno sanitario. Aseguran que no desistirán hasta que se garantice la protección del territorio y el respeto por sus derechos ambientales y sociales.
Los habitantes de Natagaima insisten en que su municipio no debe convertirse en el destino de los residuos de otras localidades. Con el respaldo de organizaciones ambientales y líderes comunitarios, seguirán adelantando acciones legales y movilizaciones para lograr su objetivo.