La Misión de la ONU en Colombia respaldó el proceso de reubicación de comunidades desplazadas por la violencia en el Catatumbo, quienes iniciarán una nueva etapa de vida en el Tolima. El acompañamiento busca garantizar condiciones dignas, sostenibles y libres de estigmatización.
La Misión de Verificación de la ONU en Colombia acompañó este martes el proceso de reubicación de varias familias campesinas víctimas del conflicto armado, quienes han sufrido los efectos de la violencia en la región del Catatumbo. Estas comunidades se asentarán en el departamento del Tolima, donde comenzarán una nueva etapa para reconstruir sus vidas y sus proyectos productivos.
Según lo informó la Misión a través de su cuenta oficial en la red social X (antes Twitter), esta reubicación representa una oportunidad para proteger la vida de estas familias y avanzar en la consolidación de una paz estable y duradera en los territorios. El organismo internacional subrayó que la articulación entre autoridades nacionales, regionales y la Fuerza Pública es clave para garantizar condiciones dignas y sostenibles para las personas reubicadas.
En sus mensajes, la Misión resaltó que las comunidades desplazadas anhelan recuperar su dignidad, su autonomía y su bienestar. Por ello, hizo un llamado a la sociedad y a las autoridades para que estas acciones se lleven a cabo con empatía, solidaridad y sin estigmatización. También reafirmó su compromiso con una paz territorial que se construye desde las bases sociales.
El proceso de traslado de estas familias forma parte de las estrategias de reparación colectiva y retorno seguro contempladas en el marco de los compromisos del Estado colombiano con la justicia transicional y el Acuerdo Final de Paz. En ese sentido, la ONU actúa como garante de la implementación y como veedora de los derechos humanos.
Organismos internacionales, como la ONU, han manifestado en reiteradas ocasiones su preocupación por la situación humanitaria del Catatumbo, una región golpeada por la presencia de grupos armados ilegales, cultivos ilícitos y desplazamientos forzados. Esta reubicación simboliza un paso hacia la reconciliación y la estabilidad en zonas de alto riesgo.
La Defensoría del Pueblo hizo un llamado al diputado del Tolima, Juan Guillermo Beltrán, y a las autoridades locales para que brinden respaldo a las 92 personas desplazadas y víctimas del conflicto armado que serán reubicadas en Honda, Tolima, tras ser rechazadas inicialmente. La reubicación responde a la crisis humanitaria en la región del Catatumbo.
“El respeto a los derechos de las personas desplazadas no es una concesión, es un deber de todas las autoridades y de toda la sociedad. Desconocerlos es un incumplimiento de la ley”, afirmó la Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz.
Finalmente, la Misión reiteró que su apoyo institucional busca fortalecer las capacidades locales para la inclusión, la atención integral y la permanencia de las comunidades en condiciones seguras. “Reafirmamos nuestro compromiso con una paz que se construye desde los territorios”, concluyó el organismo.