La Alcaldía de Roncesvalles alertó a la comunidad tras recientes avistamientos del Oso de Anteojos en varias veredas del municipio. Autoridades ambientales invitan a proteger su hábitat, evitar residuos y reportar nuevos avistamientos. La especie, considerada “sombrilla” para la biodiversidad en el departamento, requiere especial protección.
La administración municipal de Roncesvalles divulgó recientemente un comunicado en el que informa que en los últimos días se han registrado avistamientos del Oso de Anteojos en las veredas Santa Elena, San Miguel y La Platina. Este hecho confirma la actividad reciente de fauna silvestre en la zona rural y llama la atención sobre la necesidad urgente de protección del entorno. Las autoridades solicitaron a la comunidad y visitantes no invadir su hábitat, evitar dejar residuos y mantener una actitud respetuosa hacia la naturaleza.
La presencia de estos osos en Roncesvalles cobra especial relevancia, pues el departamento del Tolima figura como uno de los territorios donde habita esta especie. Estudios de conservación han documentado que entre 30 y 135 osos de anteojos residen en ecosistemas de bosque andino, páramo y selva de niebla en municipios como Roncesvalles, Planadas, Chaparral, Rovira, Ibagué y otros.
El organismo ambiental regional CORTOLIMA ha diseñado una estrategia de conservación para el Tolima que incluye monitoreos con cámaras trampa, sensibilización comunitaria, protección de corredores biológicos y controles al avance de la frontera agrícola. En ese marco, la Alcaldía ha manifestado que actuará en coordinación con ese plan, invitando a la comunidad a hacer parte de la vigilancia y reporte de nuevos avistamientos.
Desde las autoridades locales se lanzó un llamado urgente: no cazar, no perseguir, no alimentar a los animales y no interferir en su entorno. También advirtieron que la caza del oso de anteojos es un delito y que las personas que atenten contra la fauna silvestre serán sancionadas conforme a la ley ambiental colombiana. Esta especie, además, cumple funciones vitales para la biodiversidad: es dispersora de semillas, ayuda a regenerar el bosque, favorece la calidad hídrica y funciona como “especie sombrilla”, de modo que su conservación beneficia a múltiples especies del ecosistema.
En paralelo, las autoridades promoverán campañas de educación ambiental en escuelas y comunidades rurales, con el fin de sensibilizar sobre la importancia del oso de anteojos y los páramos como fuentes de agua y refugio ecológico. También se abrió una línea para que la ciudadanía reporte avistamientos de forma responsable, lo que permitirá fortalecer los registros de presencia y trazar rutas seguras para la fauna.
Expertos advierten que el aumento del uso del suelo, la deforestación, la expansión agrícola y la tala indiscriminada han sido las principales amenazas para estos mamíferos en los últimos años. Si no se actúa con prontitud, la supervivencia del oso de anteojos en el Tolima podría verse comprometida.
Por su parte, algunas comunidades rurales han expresado su preocupación, pero también han destacado la oportunidad de fortalecer el turismo ecológico responsable. Si se garantiza la protección del hábitat y la coexistencia armónica, Roncesvalles podría consolidarse como un lugar donde naturaleza, conservación y desarrollo sostenible caminen juntos.
Finalmente, la Alcaldía reiteró que la conservación de la fauna silvestre no es una tarea de unos pocos, sino de todos, y pidió que cada habitante y visitante adopte una conducta responsable. “Respetar su hábitat es garantizar la vida del oso, la biodiversidad y la calidad de nuestros páramos”, concluyeron las autoridades locales.





