El complejo del Parque Deportivo avanza hacia su inauguración definitiva con la activación del generador de olas, pese a un historial de demoras y sobrecostos que deja lecciones sobre la gestión de obras públicas.
Tras un largo camino marcado por controversias, retrasos y un sobrecosto de miles de millones, el Parque Acuático del Parque Deportivo de Ibagué entra en su etapa definitiva. La activación exitosa del generador de olas, corazón tecnológico del proyecto, ha devuelto el optimismo a la ciudadanía que espera con ansias la apertura de uno de los complejos recreativos más ambiciosos de la capital tolimense.
El sueño de contar con un espacio de recreación de primer nivel en medio de la ciudad estuvo durante años plagado de incertidumbre y escepticismo. Sin embargo, hoy, con atracciones casi listas y la obra en su fase final, el ambiente es de expectación. Este proyecto no solo busca brindar diversión a las familias ibaguereñas, sino también consolidarse como un atractivo turístico que posicione a Ibagué como un referente en infraestructura recreativa.
El generador de olas, considerado el principal reto técnico de la obra, superó con éxito todas las pruebas necesarias. Su activación confirma que el Parque ofrecerá la experiencia prometida: una playa artificial en pleno corazón de la ciudad. Este logro simboliza la superación del mayor desafío de ingeniería y la antesala de una inauguración que marcará un antes y un después en la oferta recreativa local.
La Administración también ha invertido en detalles que aseguran comodidad y estética, como la instalación de bancas modernas, sillas asoleadoras y una pérgola de acceso que da la bienvenida a los visitantes. Estos elementos, aunque secundarios frente a las atracciones acuáticas, son esenciales para garantizar que las familias disfruten de jornadas completas en un ambiente acogedor y funcional.
La seguridad ha sido otro pilar de la fase final. Se instalaron rejillas de alta protección en la piscina familiar, muros especiales para equipos de emergencia y se mejoraron los módulos de servicios con enchapes que fortalecen higiene y durabilidad. Estos avances reflejan la intención de entregar un espacio confiable, donde la diversión no esté reñida con la prevención de riesgos.
Desde la Secretaría de Infraestructura, el jefe de cartera Marco Matheus Saavedra enfatizó que la directriz de la alcaldesa Johana Aranda es entregar un Parque Acuático de primer nivel. Según el funcionario, el objetivo es transformar un símbolo de frustración en un espacio de orgullo para los ibaguereños, asegurando que el esfuerzo se vea reflejado en escenarios modernos y seguros.
No obstante, el historial de retrasos y sobrecostos sigue siendo una sombra difícil de ignorar. La obra se prolongó mucho más de lo previsto, generando inconformidad en la comunidad. Además, el incremento de $5.000 millones sobre el presupuesto original ha encendido debates sobre la eficiencia en la planeación y la transparencia en la ejecución, aspectos que aún serán materia de análisis por los organismos de control.
Actualmente, el proyecto se encuentra en ajustes finales como la instalación del cielorraso en el nuevo módulo de servicios. Cada avance acerca más a la apertura oficial, que se espera no solo responda a las necesidades de recreación, sino que también revitalice el turismo en la ciudad. La piscina de olas, ya en funcionamiento técnico, se perfila como el ícono que permitirá a los ibaguereños cerrar un capítulo de espera y abrir otro de esperanza en materia de grandes proyectos urbanos.